¿Por qué tanta popularidad? IX

Última entrega de las Historias Mínimas de Ramificaciones, de Hernán Zucchi.

Pero en el fútbol intervienen ciertos factores humanos que a mi parecer impiden que pueda hacerse cálculos de probabilidades sobre las jugadas y los partidos. Uno de esos factores es el hecho de que toda jugada, por bien planeada que esté, se encuentra expuesta al error o a errores que se puedan cometer durante el curso de la misma. Debido al carácter instantáneo a que está sometida, se cometen faltas de precisión, errores de cálculo, desinteligencias entre los jugadores, vacilaciones fatales, en fin, la lista es interminable. El otro factor lo constituyen los fouls, en este caso cometidos por los adversarios. También la lista es interminable. Estos dos factores no se dan en los juegos intelectuales, y en los deportes en donde se emplean las manos, los errores disminuyen considerablemente. Esto le da al fútbol su carácter único dentro de los juegos estratégicos.

5. Pero la atracción que ejerce el fútbol se debe a que es el juego social por excelencia. Así desde su institucionalización cuando se aprueban las Cambridge Rules ha ido ganando popularidad. Buytendijk sostiene que esas reglas son un factor de moderación y de civilidad aminorando el coeficiente de agresividad que se da con el hecho de patear la pelota en vez de asirla o abrazarla. Y también hace hincapié en el hecho de que los partidos de estos deportes reciben el nombre de “encuentros”, pues allí el carácter y la personalidad de cada individuo se constituye exclusivamente en los encuentros con los otros hombres y el mundo”.

Y desde la altura de los tiempos que vivimos podríamos agregar que en el mundo no lúdico, en donde no se juega, los grandes acontecimientos sociales, aquellos que infortunadamente congregaron a casi toda la humanidad, han sido las dos grandes guerras mundiales. Pero en el dominio del ocio el acontecimiento que reúne el mayor número de hombres es sin duda, el fútbol. Muchas veces se vincula la paz a la inacción, a la ausencia del fervor bélico. Frente a la guerra, la paz así considerada se encuentra en desventaja. Es el reino del aburrimiento, de la monotonía. Pero en la vida deportiva, la de los juegos estratégicos, que contribuye a dar a la paz un rostro sonriente y positivo. Quizás no esté lejos el día en que ocurra en nuestro castigado mundo que ocurría en ocasión de la celebración de las olimpíadas en el mundo antiguo: se producía un consenso general para suspender las guerras que podrían empañar el brillo del espectáculo que brindan los jóvenes para alegría de todas las edades.

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