A pesar de la dura derrota sudafricana ayer, el Soccer City estaba bastante completo. También es verdad, que argentinos y surcoreanos colaboraron en llenar el estadio, ya que ambas selecciones, tuvieron miles de fanáticos dispersos a lo largo y ancho del imponente estadio de Johannesburgo.
Con una modificación por lado, estaba en juego el primer puesto del Grupo B. Argentina comenzó mejor, teniendo la pelota sin penetrar y registrando los movimientos rivales. Totalmente en su campo, Corea prefirió esperar con dos líneas de cuatro e intentar que los mejores no tengan contacto con la pelota.
Di María en los primeros minutos hizo la diferencia y completó un buen primer tiempo. Casi un gol al ángulo, apariciones en momentos complicados y un caño para cuadrito. Gracias a Fideo y a Messi, que la volvió a romper, las líneas de cuatro, se empezaron a quebrar.
El primer gol llegó a los 17 de pelota parada tras una falta a Di María. Messi tiró un buen centro, buscando a Demichelis en el primer palo, pero la pelota pasó y le rebotó a Park, el jugador del Mónaco, quien no pudo reaccionar, y marcó el gol en contra. Fue la apertura del marcador y tranquilidad para Argentina.
Pero no todo era color de rosa, porque a los veinte, Samuel –sólo- sintió un pinchazo en su pierna izquierda y dos minutos después fue reemplazado por Burdisso. Hubo preocupación, aunque duró poco, ya que continuaron los ataques con Tevez y un bombazo de tiro libre, una de Higuaín, un remate a colocar de Messi, entre otras.
Tiempo después, de otro tiro libre, llegó un centro de Messi para la cabeza de Burdisso quien la peinó y se la cedió a Gonzalo Higuaín que también con un cabezazo –como manda el manual- marcó el 2-0. Todo era felicidad por el banco argentino: efectividad y goles de los delanteros.
Cuando se cerraba un primer tiempo perfecto, Demichelis no vio Chung Yong que le presionó cuando era una salida tranquila del equipo y el coreano le quitó la pelota y quedó mano a mano contra Romero, definiendo bien ante la desesperada salida de Chiquito. La diferencia de un gol era poca, en relación al gran trabajo y desgaste realizado por Argentina.
El comienzo de la segunda etapa también fue igual de bueno para Argentina, teniendo la pelota y llegando, pero ciertas desatenciones hicieron que pasaran unos quince minutos de preocupación. Una llegada de Ki Hun con un remate que pegó en la cara externa de la red. La amarilla a Jonás Gutiérrez y la imposibilidad de jugar vs. Grecia. El patadón de Mascherano. Dos remates al arco, que no fueron complicados, aunque sí un alerta. Argentina ganaba y se estaba poniendo nervioso y el que perdía jugaba de contra y tenía las más claras.
El cambio futbolístico llegó, porque los sustos pasaron y la albiceleste volvía a inclinar la cancha. Para tranquilidad de muchos, llegó el ingreso de Sergio Agüero (por Tevez) y con él los goles para liquidar el partido.
Primero hizo una buena pared con Messi, y la Pulga definió ante el arquero, que con un rebote (entre muchos que dio durante todo el partido) le quedó sólo al Pipita, que la sopló nomás. Fue el 3-1 y podría haber sido definitivo, pero Messi se la empaló al Kun, éste se la puso en la cabeza a Higuaín y el delantero del Real Madrid facturó por triplicado.
Luego, su retirada sería con una ovación más de Madrid que Johannesburgo para que ingrese Bolatti. Terminó el partido y el balance es más positivo que el primero. Jonás fue cuatro y no tuvo complicaciones, ayudado por Maxi de mediocampista derecho de verdad, Heinze de tres volvió a ser una certeza y los dos de arriba jugaron mucho mejor que el sábado por lo cual, Lionel encontró intérpretes para su juego. Interesante variante de Agüero como mediapunta (¡no es nueve!), criticable la tarea de Demichelis y su nuevo error, elogiable lo de Romero en el arco en un partido que será para recordar.
RELACIONADO: Previa Argentina-Corea del Sur - Argentina 1-0 Nigeria - Todo el Mundial 2010
Con una modificación por lado, estaba en juego el primer puesto del Grupo B. Argentina comenzó mejor, teniendo la pelota sin penetrar y registrando los movimientos rivales. Totalmente en su campo, Corea prefirió esperar con dos líneas de cuatro e intentar que los mejores no tengan contacto con la pelota.
Di María en los primeros minutos hizo la diferencia y completó un buen primer tiempo. Casi un gol al ángulo, apariciones en momentos complicados y un caño para cuadrito. Gracias a Fideo y a Messi, que la volvió a romper, las líneas de cuatro, se empezaron a quebrar.
El primer gol llegó a los 17 de pelota parada tras una falta a Di María. Messi tiró un buen centro, buscando a Demichelis en el primer palo, pero la pelota pasó y le rebotó a Park, el jugador del Mónaco, quien no pudo reaccionar, y marcó el gol en contra. Fue la apertura del marcador y tranquilidad para Argentina.
Pero no todo era color de rosa, porque a los veinte, Samuel –sólo- sintió un pinchazo en su pierna izquierda y dos minutos después fue reemplazado por Burdisso. Hubo preocupación, aunque duró poco, ya que continuaron los ataques con Tevez y un bombazo de tiro libre, una de Higuaín, un remate a colocar de Messi, entre otras.
Tiempo después, de otro tiro libre, llegó un centro de Messi para la cabeza de Burdisso quien la peinó y se la cedió a Gonzalo Higuaín que también con un cabezazo –como manda el manual- marcó el 2-0. Todo era felicidad por el banco argentino: efectividad y goles de los delanteros.
Cuando se cerraba un primer tiempo perfecto, Demichelis no vio Chung Yong que le presionó cuando era una salida tranquila del equipo y el coreano le quitó la pelota y quedó mano a mano contra Romero, definiendo bien ante la desesperada salida de Chiquito. La diferencia de un gol era poca, en relación al gran trabajo y desgaste realizado por Argentina.
El comienzo de la segunda etapa también fue igual de bueno para Argentina, teniendo la pelota y llegando, pero ciertas desatenciones hicieron que pasaran unos quince minutos de preocupación. Una llegada de Ki Hun con un remate que pegó en la cara externa de la red. La amarilla a Jonás Gutiérrez y la imposibilidad de jugar vs. Grecia. El patadón de Mascherano. Dos remates al arco, que no fueron complicados, aunque sí un alerta. Argentina ganaba y se estaba poniendo nervioso y el que perdía jugaba de contra y tenía las más claras.
El cambio futbolístico llegó, porque los sustos pasaron y la albiceleste volvía a inclinar la cancha. Para tranquilidad de muchos, llegó el ingreso de Sergio Agüero (por Tevez) y con él los goles para liquidar el partido.
Primero hizo una buena pared con Messi, y la Pulga definió ante el arquero, que con un rebote (entre muchos que dio durante todo el partido) le quedó sólo al Pipita, que la sopló nomás. Fue el 3-1 y podría haber sido definitivo, pero Messi se la empaló al Kun, éste se la puso en la cabeza a Higuaín y el delantero del Real Madrid facturó por triplicado.
Luego, su retirada sería con una ovación más de Madrid que Johannesburgo para que ingrese Bolatti. Terminó el partido y el balance es más positivo que el primero. Jonás fue cuatro y no tuvo complicaciones, ayudado por Maxi de mediocampista derecho de verdad, Heinze de tres volvió a ser una certeza y los dos de arriba jugaron mucho mejor que el sábado por lo cual, Lionel encontró intérpretes para su juego. Interesante variante de Agüero como mediapunta (¡no es nueve!), criticable la tarea de Demichelis y su nuevo error, elogiable lo de Romero en el arco en un partido que será para recordar.
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