No hay vuelta que darle, el Barcelona es el mejor equipo del mundo. Tras 120 minutos a pura exigencia y ante un rival que lo complicó muchísimo, los catalanes pudieron confirmar esa frase coronándola con el sexto título en el año. Todo lo que jugó, lo ganó.
Estudiantes arrancó mejor y fue superior durante casi todo el primer tiempo. Presionando arriba, invitando al error del rival, sin espacios a Messi y Henry un equipo compacto, sólido. El 1-0 lo marcó Boselli con un lindo cabezazo, aunque daba la sensación que no iba a poder seguir así. Para la segunda mitad con el ingreso de Pedro, los de camiseta naranja tuvieron la pelota más del 65% del tiempo y pusieron contra las cuerdas al Pincha que aguantaba como podía.
Se salvó una, dos, tres veces hasta que a falta de un minuto, Piqué –central devenido a número nuevo- le bajó una pelota a Pedro que dentro del área, le dio de cabeza por encima de Albil, quien tuvo una buena noche. La desazón reinó en La Plata y las cinco mil almas que acompañaban al equipo de Sabella en Abu Dhabi.
No había más cambios para ninguno de los dos equipos, pero los españoles estaban considerablemente mejoren cuanto a lo físico. Estos treinta minutos también fueron manejados por el equipo de Guardiola. Estudiantes estaba un poco más adelantado y hasta hubo tiempo para algunos chispazos de Messi. Con menos de quince minutos por jugar, un centro al segundo palo le dio participación a la Pulga que picó habilitado y anticipándose de pecho venció al guardameta sentenciando la historia. En la última del partido, de una pelota parada ejecutada por Verón, Desábato cabeceó, pero Dios quiso que se vaya apenas desviado.
Fue el sexto título del equipo catalán que cierra un año tan redondo que el próximo no podrá ser mejor. Por el otro lado quedan lágrimas a la vista y mucha bronca por ese tropiezo final, aunque adentro reina la conformidad y la tranquilidad de haber hecho todo lo que se pudo.
Por el tercer puesto, Pohang Steelers venció por penales al Atlante y se quedó con la medalla de bronce. En el tiempo regular marcaron goles Denilson –goleador de la competición y máximo en la historia del Mundial de Clubes- y el Rafa Márquez falso. El Atlante fue claramente superior pero no tuvo suerte, Guillermo Pereyra de gran partido tuvo tres tiros a los palos y luego desde los doce pasos, los de Cancún fallaron dos veces y se retiraron con un cuarto puesto del que se esperaba más.
Estudiantes arrancó mejor y fue superior durante casi todo el primer tiempo. Presionando arriba, invitando al error del rival, sin espacios a Messi y Henry un equipo compacto, sólido. El 1-0 lo marcó Boselli con un lindo cabezazo, aunque daba la sensación que no iba a poder seguir así. Para la segunda mitad con el ingreso de Pedro, los de camiseta naranja tuvieron la pelota más del 65% del tiempo y pusieron contra las cuerdas al Pincha que aguantaba como podía.
Se salvó una, dos, tres veces hasta que a falta de un minuto, Piqué –central devenido a número nuevo- le bajó una pelota a Pedro que dentro del área, le dio de cabeza por encima de Albil, quien tuvo una buena noche. La desazón reinó en La Plata y las cinco mil almas que acompañaban al equipo de Sabella en Abu Dhabi.
No había más cambios para ninguno de los dos equipos, pero los españoles estaban considerablemente mejoren cuanto a lo físico. Estos treinta minutos también fueron manejados por el equipo de Guardiola. Estudiantes estaba un poco más adelantado y hasta hubo tiempo para algunos chispazos de Messi. Con menos de quince minutos por jugar, un centro al segundo palo le dio participación a la Pulga que picó habilitado y anticipándose de pecho venció al guardameta sentenciando la historia. En la última del partido, de una pelota parada ejecutada por Verón, Desábato cabeceó, pero Dios quiso que se vaya apenas desviado.
Fue el sexto título del equipo catalán que cierra un año tan redondo que el próximo no podrá ser mejor. Por el otro lado quedan lágrimas a la vista y mucha bronca por ese tropiezo final, aunque adentro reina la conformidad y la tranquilidad de haber hecho todo lo que se pudo.
Por el tercer puesto, Pohang Steelers venció por penales al Atlante y se quedó con la medalla de bronce. En el tiempo regular marcaron goles Denilson –goleador de la competición y máximo en la historia del Mundial de Clubes- y el Rafa Márquez falso. El Atlante fue claramente superior pero no tuvo suerte, Guillermo Pereyra de gran partido tuvo tres tiros a los palos y luego desde los doce pasos, los de Cancún fallaron dos veces y se retiraron con un cuarto puesto del que se esperaba más.
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