La protesta general tras ver el partido entre Independiente y Estudiantes, fue "si éste equipo es el puntero, imagínense lo que serán los demás". La frase tiembla entre lo real y lo pesimista, sin embargo, hoy Vélez es el único en hacerle frente.
Por rendimiento, juego y regularidad, Vélez es el mejor equipo del campeonato y no caben dudas. Los malditos dos puntos que separan a los de Liniers con los de La Plata, muestran lo mentirosas que pueden ser a veces las estadísticas, como así también, lo apretado que llega el "equipo del pueblo" al cierre del campeonato.
En su estadio y con la rareza de jugarse un Martes, el Fortín venció sin atenuantes ante un Tigre que no terminó de consolidarse nunca. Desde el arranque fue más claro. Maxi Moralez a los siete la tiró por arriba del travesaño, y a los diez, Santiago Silva recibió del Burrito Martínez y la clavó de derecha cruzada abajo al palo derecho de Islas. Antes que al Matador lo llamen a su juego (dos líneas de cuatro y a complicar de contraataque), el resultado ya hablaba.
La más clara para los de Caruso Lombardi llegó con un cabezazo de Castaño al palo luego de un buen centro de Ribair Rodríguez. Sin embargo, apenas fue un paréntesis. Silva se perdió un mano a mano increíble, Zapata hizo lucir al arquero y Augusto casi la clavó en un ángulo.
En el complemento, arrancó mal el partido con un paulatino corte de luz. Tres minutos después, se reincorporó el sistema y el Fortín ya hacía de las suyas. Martínez presionó a Galmarini (quien nunca se sintió cómodo como lateral derecho), le robó la pelota y cuando iba derecho al gol, el Patito lo tomó de la remera y Baldassi sancionó correctamente penal.
Silva le cedió el penal al Burrito, que la cruzó muy bien y marcó el 2-0. Ambos delanteros ya conforman una dupla letal: llevan nueve goles cada uno (18 de los 25 de su equipo en el torneo) y se entienden a la perfección. Solamente comparable con una dupla del puntero: Verón-Braña, dos jugadores de características más defensivas. Está todo dicho...
Tigre tuvo que tomar la iniciativa y se fue para arriba como pudo. Los de Gareca lo perdonaron varias veces, entraron chicos de las inferiores y sobre el final decoró el resultado Diego Castaño. Sí, terminó 2-1, igual que... Estudiantes.
"A Estudiantes le está costando" declaró Sebastián Domínguez, un ex Pincha que con total sinceridad fue el más sintético de todos los protagonistas. Hoy por hoy, Estudiantes y Vélez son muy diferentes. Uno es un producto en crecimiento y el otro decrece al ritmo de su máxima figura de unos tantos años. La suerte de campeón está siendo para los de Sabella, que incluso, cuentan con un fixture -a priori- más sencillo.
Pero quedan tres fechas, mucho en juego y puede no darse la lógica. Hasta ahora, el que se aferró siempre al resultado, lleva ventaja, el otro espera, sereno y con un horizonte mucho más lejos que tres fines de semana.
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