¿Quién no ha escuchado decir que el 13 es de mala suerte? Aún hoy, muchas personas siguen creyendo que ese número es mufa para quien se tope con el.
Esa creencia llegó a pedidos insólitos en el fútbol, cuando la delegación de Uruguay presentó ante la FIFA, que el fatídico número 13 no le fuera adjudicado a ninguno de sus jugadores. Porque para el Mundial de 1962 había entrado una orden que obligaba a los jugadores a llevar en la espalda, números correspondiente, del 1 al 22.
Los uruguayos, como alternativa, propusieron que se pudiera ampliar la lista hasta el número 23, para aquellos jugadores que se negaran a lucir ese número en su camiseta. Los dirigentes de la Selección uruguaya alegaron como principal argumento el espíritu supersticioso de sus jugadores, ya que, ninguno de ellos estaba dispuesto a llevar en la espalda de su casaca una cifra que atrae la mala suerte.
Finalmente los deseos de los uruguayos fueron aceptados. Y, se dio por primera vez el hecho en la historia de los Mundiales que algunos participantes llevaran el número 23.
Para el Mundial de 1970 en México, el alemán Gerd Múller, para nada supersticioso, y que sólo creía en sus excepcionales condiciones, no tuvo reparos en jugar con la 13 y fue el máximo goleador del certamen con 10 goles. A lo mejor para el Alemán utilizar esa camiseta y con ese número fue un símbolo para atraer la suerte.
Esa creencia llegó a pedidos insólitos en el fútbol, cuando la delegación de Uruguay presentó ante la FIFA, que el fatídico número 13 no le fuera adjudicado a ninguno de sus jugadores. Porque para el Mundial de 1962 había entrado una orden que obligaba a los jugadores a llevar en la espalda, números correspondiente, del 1 al 22.
Los uruguayos, como alternativa, propusieron que se pudiera ampliar la lista hasta el número 23, para aquellos jugadores que se negaran a lucir ese número en su camiseta. Los dirigentes de la Selección uruguaya alegaron como principal argumento el espíritu supersticioso de sus jugadores, ya que, ninguno de ellos estaba dispuesto a llevar en la espalda de su casaca una cifra que atrae la mala suerte.
Finalmente los deseos de los uruguayos fueron aceptados. Y, se dio por primera vez el hecho en la historia de los Mundiales que algunos participantes llevaran el número 23.
Para el Mundial de 1970 en México, el alemán Gerd Múller, para nada supersticioso, y que sólo creía en sus excepcionales condiciones, no tuvo reparos en jugar con la 13 y fue el máximo goleador del certamen con 10 goles. A lo mejor para el Alemán utilizar esa camiseta y con ese número fue un símbolo para atraer la suerte.
CURIOSIDAD POR MUNDIAL: Uruguay 30 - Italia 34 - Francia 38 - Brasil 50 - Suiza 54 - Suecia 58 - Chile 62 - Inglaterra 66 - México 70
1 comentario:
Si no me equivoco, hubo un jugador Ecuatoriano al cual un fanático asesinó por errar un penal. Dicen que estaba en la habitación 13 de la concentración.
Danchovski
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