Fue una de las elecciones del Mundial, más polémicas y con mayor teatro alrededor. Ergo, las sedes elegidas cumplen con ese requsito. Por primera vez en la historia, la selección fue de dos países juntos y a doce años del Mundial 2022, ya se sabe cuál será la sede.
El escándalo de soborno a algunos integrantes de la Comisión que elige las sedes, no hizo más que manchar en donde ya se generaba muchísima expectativa. También, el cruce entre países tradicionales del fútbol con interés de ser sede de la Copa del Mundo contra los países tradicionales del dólar y con interés de ampliar su negocio, fue una encrucijada solo revelada cuando se supieron las sedes.
Inglaterra, España-Portugal, Bélgica-Holanda y Rusia fueron las candidatas del 2018. Claro, todas de Europa, ya que se cumplirán los doce años sin Mundiales en el Viejo Continente. La sede ganadora fue Rusia con el apoyo del presidente Vladimir Putin y haciéndole frente al presupuesto inglés y a la tradición ibérica. También influyó positivamente que sea el primer país en Europa Oriental en organizar una Copa del Mundo.
La capacidad hotelera de Rusia, las redes de transporte (transporte público gratuito y trenes para los que tienen entradas) pero sobre todo definió el poder adquisitivo para enfrentar suficiente inversión. Serán 16 estadios (trece de ellos comienzan desde cero), 13 sedes y 473 millones de euros de presupuesto. El estadio de la final y el principal será el Kalilingrado, de 45 mil espectadores y un gran proyecto de remodelación.
Minutos después, la delegación catarí celebró ante el anuncio de Josepp Blatter. Lo curioso, es que hace muy poco tiempo la RAE.es en su nueva edición de diccionario, lee a este país como Catar y no como se acostumbraba con Qatar, que de ahora en más se lo tomará como un extranjerismo. Yendo a lo que a todos los acompete, ganaron los petrodólares por sobre Corea del Sur, Japón, Estados Unidos y Australia, todas potencias mundiales.
Tanta es la plata que manejan los asiáticos que por estas horas se involucra a Julio Grondona con su voto por 78 millones de euros. Otra vez ganó el país de mayor presupuesto sin mostrar nada nuevo: que a la FIFA le interesa el negocio por sobre todas las cosas. Las dimensiones del país no le permiten tener más de siete sedes con doce estadios, de los cuales nueves serán a nuevo. Las promesas de estadios con aire acondicionado y casi supersónicos no son irrisorios cuando se saben los millones que hay detrás de esto. Las principales contras, es que Catar contará con casi medio millón menos de entradas a su disposición y el calor que afectará en esa zona. Recordemos que Catar ya está muy presente en el negocio deportivo, cuenta con un circuito de Fórmula 1, alojó el Sub 20 de 2003 y albergará la Copa Asia de 2011. Las imagenes de los videos, asustan.
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