El partido decisivo de la Champions League llegó. Hoy, sábado 22 de mayo, Inter y Bayern Munich estarán en la gran final que se disputará en el Santiago Bernabeu. No fue el Real Madrid que invirtió millones para jugar la final en casa, pero un pícaro Lyon lo eliminó. No fue el Barcelona que es por lejos el mejor y quería ser campeón en casa de su rival, pero un pragmático Inter lo sacó del camino. Tampoco fue el Manchester United que con Rooney como figura soñaba olvidarse de Cristiano Ronaldo, pero un sorprendente Bayern Munich, le pegó cuando más dolía. Y sí señores. Los dos finalistas bajaron a dos de los tres máximos candidatos y finalistas hace un año; cada uno con su estilo llegó al lugar tan deseado en un partido que presenta muchísimas curiosidades.
Mourinho para el nerroazzurro y Van Gaal para los rojos, son los que mandan en estar barco. Muy meticulosos, estrategas y tácticos, utilizan diferentes maneras de obtener un resultado. Mou busca toda manera para ganar, usando planteos inteligentes aunque a veces pecando de mezquinos, mientras que el holandés, es militante del fútbol bien jugado y ofensivo. Afuera de la cancha también, uno es soberbio y arrogante, mientras que el otro respetuoso y correcto. De todas maneras, sería de necio, no reconocer puntos en común y no sólo porque hayan trabajado juntos en 1997 en Barcelona. Sino porque ambos son de los técnicos más ganadores y exitosos de la historia, de trayectorias envidiables, de los más codiciados en Europa y tanto uno como el otro, tuvieron algunos altibajos y pedidos de renuncia en algún momento de su gestión en sus actuales clubes.
Continuando con los técnicos, fue un hallazgo de los dos el haber confiado en Wesley Sneijder y Arjen Robben, dos holandeses de floja temporada pasada en el Real Madrid y que con la llegada de Florentino Pérez y sus galácticos tuvieron que buscar club. Mal no les fue, porque ambos entrenadores le sacaron todo el jugo a cada uno y son unas de las figuras de sus respectivos equipos. El en el estadio que hace un año los insultaba, parece ser el escenario ideal para realizarles a los merengues un Topo Gigio grande como la Champions.
También los argentinos han cumplido funciones muy importantes en sendos equipos. De hecho, la dupla central que Maradona utilizará en Sudáfrica para el Mundial estará en el gran partido y uno de ellos deberá marcar a quien podría ser el nueve argentino. Martín Demichelis quien se convirtió en un referente del Bayern y por el Inter están Walter Samuel (compañero de zaga de Micho en Argentina) que volvió a su nivel de grandes épocas, Esteban Cambiasso y Javier Zanetti –llegará a los 700 partidos con la camiseta de su equipo- los grandes ausentes de la lista del Diego y justamente Diego, pero Milito, refuerzo que le está dando muchísimo rédito al equipo de Mourinho. Así como habrá figuras en cancha, también habrá ausentes: Franck Ribery todavía se debe lamentar ese terrible planchazo a Lisandro Lopez que le valió la ausencia de dos partidos, mientras que Thiago Motta hará lo propia tras recordar ese infantil codazo a Busquets del Barcelona.
Condimento especial para los clubes, será el de obtener la triple corona. El que gane la final se adjudicará su tercer título en la temporada después de las ligas y copas de sus respectivos países. El Inter, más aún, va en busca de la tercera Champions de su historia, que se le niega desde 1965, cuando el presidente del club era Angelo Moratti, padre del actual pope, Massimo. Como si fuera poca motivación, el campeón recibirá nueve millones, llegando entre publicidades, venta de entradas, pases de rondas y extras a los sesenta millones de euros, cifra que casi duplica a la del año pasado.
Por primera vez se verán las caras en una final, aunque ya jugaron entre sí cuatro veces: dos veces venció el equipo alemán, una vez el italiano y el restante fue empate. Llegaron por la puerta de atrás a este partido, ambos clasificados segundos de sus grupos, pero con la lejana ilusión. Hoy, un poquito más cerca, quieren conquistar Madrid.
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Mourinho para el nerroazzurro y Van Gaal para los rojos, son los que mandan en estar barco. Muy meticulosos, estrategas y tácticos, utilizan diferentes maneras de obtener un resultado. Mou busca toda manera para ganar, usando planteos inteligentes aunque a veces pecando de mezquinos, mientras que el holandés, es militante del fútbol bien jugado y ofensivo. Afuera de la cancha también, uno es soberbio y arrogante, mientras que el otro respetuoso y correcto. De todas maneras, sería de necio, no reconocer puntos en común y no sólo porque hayan trabajado juntos en 1997 en Barcelona. Sino porque ambos son de los técnicos más ganadores y exitosos de la historia, de trayectorias envidiables, de los más codiciados en Europa y tanto uno como el otro, tuvieron algunos altibajos y pedidos de renuncia en algún momento de su gestión en sus actuales clubes.
Continuando con los técnicos, fue un hallazgo de los dos el haber confiado en Wesley Sneijder y Arjen Robben, dos holandeses de floja temporada pasada en el Real Madrid y que con la llegada de Florentino Pérez y sus galácticos tuvieron que buscar club. Mal no les fue, porque ambos entrenadores le sacaron todo el jugo a cada uno y son unas de las figuras de sus respectivos equipos. El en el estadio que hace un año los insultaba, parece ser el escenario ideal para realizarles a los merengues un Topo Gigio grande como la Champions.
También los argentinos han cumplido funciones muy importantes en sendos equipos. De hecho, la dupla central que Maradona utilizará en Sudáfrica para el Mundial estará en el gran partido y uno de ellos deberá marcar a quien podría ser el nueve argentino. Martín Demichelis quien se convirtió en un referente del Bayern y por el Inter están Walter Samuel (compañero de zaga de Micho en Argentina) que volvió a su nivel de grandes épocas, Esteban Cambiasso y Javier Zanetti –llegará a los 700 partidos con la camiseta de su equipo- los grandes ausentes de la lista del Diego y justamente Diego, pero Milito, refuerzo que le está dando muchísimo rédito al equipo de Mourinho. Así como habrá figuras en cancha, también habrá ausentes: Franck Ribery todavía se debe lamentar ese terrible planchazo a Lisandro Lopez que le valió la ausencia de dos partidos, mientras que Thiago Motta hará lo propia tras recordar ese infantil codazo a Busquets del Barcelona.
Condimento especial para los clubes, será el de obtener la triple corona. El que gane la final se adjudicará su tercer título en la temporada después de las ligas y copas de sus respectivos países. El Inter, más aún, va en busca de la tercera Champions de su historia, que se le niega desde 1965, cuando el presidente del club era Angelo Moratti, padre del actual pope, Massimo. Como si fuera poca motivación, el campeón recibirá nueve millones, llegando entre publicidades, venta de entradas, pases de rondas y extras a los sesenta millones de euros, cifra que casi duplica a la del año pasado.
Por primera vez se verán las caras en una final, aunque ya jugaron entre sí cuatro veces: dos veces venció el equipo alemán, una vez el italiano y el restante fue empate. Llegaron por la puerta de atrás a este partido, ambos clasificados segundos de sus grupos, pero con la lejana ilusión. Hoy, un poquito más cerca, quieren conquistar Madrid.
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