Estudiantes se enfrentó de local contra Internacional, de Brasil, por el partido de vuelta de la Copa Libertadores. En el partido anterior, habían salido ganando los de Porto Alegre 1-0, por un gol en el último minuto.
Ahora el local, en Quilmes, tenía que salir a buscar el partido y a ganar como fuera, debido al previo resultado adverso. La verdad es que lo hizo bastante bien, controló, tocó…dominó, es la palabra. Sus rivales se limitaron a intentar neutralizar estos esfuerzos, y esperar la oportunidad para contraatacar.
A los 20 minutos iba a llegar el primer gol. Verón, de muy buen partido, tiró un pelotazo que agarró a la defensa desprevenida. La pelota se coló, y, ante una mala salida de Roberto Abbondanzieri, Leandro González definió bien.
Este gol se transformó en un propulsor para Estudiantes que, un par de jugadas más tarde, volvió a encontrarse con la red. Enzo Pérez disparó de lejos y la pelota se metió al lado del palo, tras una mejorable acción del arquero que defendió el arco argentino en 2006.
Estudiantes decidió dejar de buscar furtivamente el gol, y simplemente abstenerse a encontrar casualmente oportunidades. Los brasileros encontraron difícil disponerse a atacar, habiendo cambiado el rumbo del partido tan repentinamente. Alecsandro tuvo algunas, una con una buena habilitación de D’Alessandro, controlado por Orión.
Sin embargo, el León seguía siendo el claro dueño del partido. .El plan del equipo argentino siguió siendo dejar pasar los minutos. Su tranquilidad se reflejaba en desesperación por el otro lado del campo de juego. Hasta logró asustar: Boselli amenazó, y Verón alguna vez también.
A dos minutos del final, un centro desconectado del partido encontró a Giuliano solo, quien la tocó y volvió a cambiar el partido.
Debido al gol de visitante, se clasificó Internacional. Dos goles sobre el final en dos partidos, dos Torneos perdidos cuando faltaba poco. Una buena campaña de Estudiantes; pero para su nivel huele a mala.
Ahora el local, en Quilmes, tenía que salir a buscar el partido y a ganar como fuera, debido al previo resultado adverso. La verdad es que lo hizo bastante bien, controló, tocó…dominó, es la palabra. Sus rivales se limitaron a intentar neutralizar estos esfuerzos, y esperar la oportunidad para contraatacar.
A los 20 minutos iba a llegar el primer gol. Verón, de muy buen partido, tiró un pelotazo que agarró a la defensa desprevenida. La pelota se coló, y, ante una mala salida de Roberto Abbondanzieri, Leandro González definió bien.
Este gol se transformó en un propulsor para Estudiantes que, un par de jugadas más tarde, volvió a encontrarse con la red. Enzo Pérez disparó de lejos y la pelota se metió al lado del palo, tras una mejorable acción del arquero que defendió el arco argentino en 2006.
Estudiantes decidió dejar de buscar furtivamente el gol, y simplemente abstenerse a encontrar casualmente oportunidades. Los brasileros encontraron difícil disponerse a atacar, habiendo cambiado el rumbo del partido tan repentinamente. Alecsandro tuvo algunas, una con una buena habilitación de D’Alessandro, controlado por Orión.
Sin embargo, el León seguía siendo el claro dueño del partido. .El plan del equipo argentino siguió siendo dejar pasar los minutos. Su tranquilidad se reflejaba en desesperación por el otro lado del campo de juego. Hasta logró asustar: Boselli amenazó, y Verón alguna vez también.
A dos minutos del final, un centro desconectado del partido encontró a Giuliano solo, quien la tocó y volvió a cambiar el partido.
Debido al gol de visitante, se clasificó Internacional. Dos goles sobre el final en dos partidos, dos Torneos perdidos cuando faltaba poco. Una buena campaña de Estudiantes; pero para su nivel huele a mala.
CRUCES DE SEMIFINALES (28/7): Chivas- U de Chile. Internacional-Sao Paulo
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