lunes, 26 de abril de 2010

Decanos del Funebrero

Fue un fin de semana negro para las cenicientas de Primera A. Chacarita y Atlético Tucumán no pudieron aguantar más y los tapó el agua. Desde que subieron a Primera que pelean únicamente por eso y más allá de idas y vueltas entre uno y otro como un subibaja incansable, el destino dijo que volverán a ser rivales el año que viene en el Nacional B.

Ricardo Zielinski ascendió a Chacarita, aunque en primera división le costó muchísimo acostumbrarse y perdió los primeros cinco partidos al hilo. Renunció, y cuando parecía que lo del funebrero era la muerta segura, apareció Fernando Gamboa quien con un proyecto bastante ambicioso logró poner a Chaca fuera de todo al terminar el Apertura. Línea de tres, un doble cinco mixto, dos jugadores recuperados como Omar Zarif y Emanuel Centurión, un enganche totalmente mérito del DT y dos puntas que pudieron olvidar los goles de Alustiza en el Apertura. Pero los resultados no acompañaron el camino y después de cuatro derrotas y con el equipo de vuelta en zona de descenso, el Negro dejó su cargo. Llegó Navas bajo una nube de tormenta que calmó con el gran debut ante Boca. Pero la lluvia no tardó en llegar y desde que se largó no paró. Se fue también Mauro y quedó Marabotto como DT interino y quien tuvo que poner la cara tras la derrota ante Godoy Cruz el viernes y un nuevo regreso a la segunda categoría tras unos sucesos imparables de equivocaciones desde el pedirle la renuncia a Gamboa.

El camino tucumano fue mucho más irregular. La renuncia del técnico que lo ascendió fue varias fechas después, en la doceava. El Chulo Rivoira dio un paso al costado tras doce partidos con nueve puntos, el equipo sumido en la mayor de las crisis y un futuro cada vez más negro. Tomó las riendas Osvaldo Chiche Sosa, un hombre experimentado y sabio del momento que le tocaba vivir a Atlético, ante la negativa de Caruso Lombardi. A Chiche no le fue bien y se tuvo que ir en la octava de este Clausura. Si bien el ex Argentinos e Independiente se tenía fe para continuar y salvar al equipo, el punto de promedio, los cero partidos ganados en el torneo y la presión de la gente que cantó al unísono por su renuncia fueron suficientes. Agarró las riendas del equipo Mario Gomez, aunque ya era demasiado tarde, no había marcha atrás y aunque sea se consuela con el hecho de haber logrado un triunfo (ante Chacarita).

1 comentario:

Matías Rodríguez dijo...

lamentablemente era un final anunciado, no creo que a nadie le haya sorprendido esto, estaba cantado y era casi inevitable que chacarita y sobre todo ateltico tucuman logren zafar, un saludo

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