Boca abusa de River

-El triunfo de Boca por 2-0 sobre River deja varios puntos interesantes para resaltar. Boca barajó de nuevo y la movida le salió bien. Las decisiones de Alves, tardaron en llegar pero cuando llegaron dieron resultado. La inclusión de un Jesús Méndez como volante central, le permitió al ex Central ser figura como en sus mejores partidos. Más allá de no tener un gran partido Matías Giménez fue volante por izquierda y cumplió bien su ida y vuelta, aunque Chávez y Erbes piden más pista que el ex Tigre. Por derecha Gary Medel no es ninguna novedad, imparable, marca, llegada al gol aunque a veces demasiado temperamento: estúpida pelea con Gallardo que le podría haber implicado la expulsión que concretó después por una patada a Almeyda. Riquelme estuvo muy movedizo, Palermo perdido y Gaitán mostró algunas cosas para mí más interesantes que en sus mejores partidos: no jugó de salvador, sino de acompañante.

-River mostró su peor faceta, se sigue hundiendo en sí mismo. Desorden defensivo tanto en movimiento como con la pelota parada, un mediocampo poco compacto ya que el tándem Almeyda-Ahumada no funcionó, Rojas es un desperdicio por la izquierda y los de arriba hicieron lo que pudieron.

-Si había algo que tenía que buscar River era poner en aprietos a la defensa rival. Muñoz que no es cuatro, Luiz Alberto que no venía teniendo buenas actuaciones, Bonilla que debutaba y Monzón que había sido designado titular una hora antes. Sin embargo, un solo mano a mano de Funes Mori dejó en evidencia dichos problemas, el resto convirtió al “lateral derecho” (a pesar de algunos problemas en la salida) y al brasilero en figura, a Bonilla muy firme y a Monzón con espacios para las pocas –y efectivas- veces que se proyectó.

-El movimiento del banco de suplentes riverplatense no dio resultado. Roberto Pereyra y Affranchino no parecían los más indicados para el momento del partido. Dos juveniles con pocos minutos en primera y con la responsabilidad de debutar en un superclásico y encima en una situación adversa suena exagerado. Además, el primer tiempo ya había sido lo suficientemente malo como para que el DT se diera cuenta que alguno de esos cambios bien podría haber sido para el comienzo de la segunda etapa rearmando el medio y con el 0-2, Villalva (ingresó después) o Rosales.

-El último ítem se lo entregamos a Héctor Baldassi en una mención especial. Sexto superclásico, se consolida como el mejor argentino en la actualidad. Más allá de jugadas como las de Medel-Gallardo o alguna llegada a destiempo de Almeyda o de Méndez, es muy destacable la cintura que tiene para llevar este tipo de partidos. Pocas amarillas, no le tembló el pulso para expulsar al héroe de la tarde cuando bien se podría haber hecho el distraído. Una en contra, el asistente número uno, que si bien no se le puede decir demasiado por el primer gol que fue una jugada muy finita, estaba mal ubicado. Si Héctor dirige es figura del mundial, no se sorprendan, nosotros les avisamos…

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