El equipo de Victoria, viene haciendo varias campañas extraordinarias, ascendió y salió tres veces seguidas segundo. Tiene un promedio de 1.538, uno muy bueno.
Pero este campeonato, todavía no le agarró la onda, de tres partidos jugados, se llevó 0 puntos, perdió todos, está ÚLTIMO.
Sus mejores jugadores, como Morel, Lázzaro, Islas, Castaño y Luna, no están en su mejor momento. El enganche, no está en un buen estado físico, el goleador, no mete una, al arquero no esta como otros campeonatos que era una muralla, y luego, respectivamente, está suspendido y el pelado, lo imita a Leandro.
La hinchada, que siempre fue, de local y de visitante, se esta yendo con la cabeza para abajo y viendo partidos malos y aburridos, los simpatizantes que pagan a cualquier precio las entradas, nada más para ver al equipo de su infancia, se esta yendo decepcionada.
Ya no existe más el Tigre, que se dejaba todo en la cancha y no se movía de allí hasta que salgan ganando y gustando. Dejando todo su cuerpo y alma en el campo de juego y queriendo salir nada más si estaban lesionados de tanto esfuerzo físico que habían hecho.
El técnico soñado, amigo de los jugadores y tan buen compañero como persona, al cual todos los equipos querían tener. Ojalá, que pueda “resucitar” a los jugadores y volver a hacerlos los grandes jugadores que eran y que le podían llegar a ganar a grandes equipos por su gran esfuerzo y sacrificio.
Pero este campeonato, todavía no le agarró la onda, de tres partidos jugados, se llevó 0 puntos, perdió todos, está ÚLTIMO.
Sus mejores jugadores, como Morel, Lázzaro, Islas, Castaño y Luna, no están en su mejor momento. El enganche, no está en un buen estado físico, el goleador, no mete una, al arquero no esta como otros campeonatos que era una muralla, y luego, respectivamente, está suspendido y el pelado, lo imita a Leandro.
La hinchada, que siempre fue, de local y de visitante, se esta yendo con la cabeza para abajo y viendo partidos malos y aburridos, los simpatizantes que pagan a cualquier precio las entradas, nada más para ver al equipo de su infancia, se esta yendo decepcionada.
Ya no existe más el Tigre, que se dejaba todo en la cancha y no se movía de allí hasta que salgan ganando y gustando. Dejando todo su cuerpo y alma en el campo de juego y queriendo salir nada más si estaban lesionados de tanto esfuerzo físico que habían hecho.
El técnico soñado, amigo de los jugadores y tan buen compañero como persona, al cual todos los equipos querían tener. Ojalá, que pueda “resucitar” a los jugadores y volver a hacerlos los grandes jugadores que eran y que le podían llegar a ganar a grandes equipos por su gran esfuerzo y sacrificio.
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