Así nos gusta

Por estas cosas el fútbol es tan seguido y visto por la gente.

En Europa, Boca se hubiera proclamado campeón. Pero como esto es América del Sur, primero Lanús en el Apertura y después River en el Clausura se quedaron con los títulos, aunque en la tabla general fue el xeneize el que más puntos sumó. Un segundo y tercer puesto, fue más que las temporadas irregulares de los campeones.

Esto lo hizo con 70 puntos, uno más que Estudiantes (en el primer torneo los de Simeone hicieron uno menos) y cuatro sobre River. San Lorenzo y Argentinos con 64 y 61 continuaron en la general. Pero, más allá de esto, muestra un fútbol parejo que ya no es el de antes y a pesar de que uno hace más puntos que otro, les dio la posibilidad a otros de quedarse con el triunfo.

Por la parte baja, los que menos sumaron fueron San Martín (SJ) y Gimnasia (J) que hicieron la mitad de los puntos que hizo el primero y en Europa habrían descendido. Mientras que Gimnasia LP y Racing quedaron también por lo bajo y deberían estar jugando la promoción.

A propósito de esto, el otro día por radio hablaban de esto y no le podían hacer entender a Julieta Pink, el por qué se llamaba si la promoción siempre es algo bueno, mientras que ahora depende de dónde se la mire. El nombre que proponían y me parece que lo deberíamos aplicar es: subibaja.

Otra curiosidad que marcó este campeonato, fue que el último campeón, fue el que más goles en contra recibió y ¿saben precisamente quien lo siguió? el subcampeón, Tigre.

Increíble, pero real, la irregularidad de nuestro fútbol tomó parte del torneo pasado y tras ser grandes revelaciones, este campeonato se cayeron los dos mejores del Apertura y finalizaron 14º y 16º.

Una tendencia que se viene dando en nuestro fútbol es que se desarmen los equipos tras ser campeones, pero estos no fueron los casos y con la misma base no repitieron campaña. También hay que subrayar que el anterior, fue uno muy poco habitual y hubo partidos rarísimos.

En fin, este es nuestro fútbol y así nos gusta verlo. Para bien o para mal, hay que pensar más a la hora de jugar.