viernes, 16 de mayo de 2008

Un duro escollo

Hay una famosa frase que puede describir el partido entre Boca y Atlas: "Los goles que se hacen en un arco se sufren en el propio". Boca mereció el triunfo ante Atlas, pero desperdició varias chances para liquidarlo y lo terminó pagando muy caro.

El empate 2-2 dejó sabor a poco, y obligará a los Xeneizes a ganar en México, ó a empatar por dos o más goles, para seguir en la Copa Libertadores.


Cancha nueva para Boca en estos cuartos de final, debido a la suspensión de La Bombonera tras el choque de octavos contra Cruzeiro, culpa de un inadaptado que tiro un cubito de hielo, un encendedor o no se que cosa. Está claro que no es lo mismo para la gente y los futbolistas jugar fuera de su mítico estadio.

Muchos hinchas ingresaron al estadio con el partido 1-0 a favor del Atlas ya que hubo problemas con el tráfico. Nadie entendía qué pasaba. Es que a los seis minutos un tiro de esquina cayó sobre la cabeza de Colotto, quien cabeceó, la pelota bajó en el área chica, donde Omar Flores volvió a cabecear y puso el 0-1. Como dice otra frase célebre: “Dos cabezazos en el área siempre es gol”.

Un gol parecido al que los locales sufrieron hace 72 horas, ante Estudiantes y por el torneo local. Parece que de los errores no se aprende, otra frase (parece una artículo sobre frases futboleras pero no lo es). No es la primera vez que a Boca le convierten apenas iniciado el encuentro, ni tampoco son nuevos los problemas que tiene la defensa, incluido Caranta, con las pelotas aéreas. Por ese lado puede encontrarse una explicación sobre este 2-2.

Le costó a Boca recuperarse de ese golpe anímico. Porque el equipo de Brindisi salió a pararse bien adelante, buscando presionar la salida y sin dejarle espacios. Riquelme no podía agarrar la pelota y todo terminaba en pelotazos largos desde el fondo. Pero esta decisión del equipo mexicano duró poco ya que se fue metiendo cada vez más atrás.

Con más ganas que fútbol Boca trató de arrinconar al Atlas, y generó algunas chances para empatar. Pero le costaba mucho llegar con peligro hasta Bava. Los mexicanos aprovechaban el gol a favor y el espacio que dejaba Boca en cada ataque. Así casi aumenta Marioni, con un cabezazo que se fue cerca del primer palo de Caranta.

Decíamos que Riquelme no había aparecido, pero bastó un toque típico de su clase para que Boca empatara. Un exquisito pase a Palacio terminó con una pelota al área chica y el gol en contra de Ayala cuando Palermo arremetía desde atrás.

En el segundo tiempo Palacio rompió la defensa y encaró solo ante Bava, pero volvió a perder tiempo en la definición y equivocarse, así terminó desperdiciando una nueva chance de gol. Apretó más Boca a partir de los 20 minutos, y a los 30 llegó el 2-1, un centro al área, cabezazo de Palermo (no se sabe si fue al arco o la bajo para el paraguayo) y Cáceres, en su debut en la red, luego de pararla de pecho y reventarla contra arriba, le dio a los Xeneizes el ansiado 2-1.

Faltaban 15 para el final del partido, y Boca tuvo todo para definirlo. Un tiro en el palo de Riquelme, un remate increíble de Dátolo por arriba del travesaño cuando tenía todo el arco libre, una gran jugada que Palermo tiró afuera por poco. Parecía muy poco el 2-1 con tanta chance desperdiciada, pero a los 43, otra vez luego de un tiro de esquina y de otra falla compartida entre la defensa y Caranta, Torres metió el cabezazo salvador.


Atlas no mereció llevarse el 2-2. Boca debió ganarlo. Pero no es casual que haya empatado con Colo Colo en Chile, que le haya ganado a Lanús, el último campeón del fútbol argentino, en Buenos Aires, y que se haya llevado este empate con sabor a triunfo.

Un resultado similar ante otro equipo hubiera significado media clasificación en el bolsillo. Sin embargo, al campeón de América todos lo respetan. Hubo alegría, pero también mesura entre los integrantes del plantel mexicano: saben que no es imposible para Boca ganar en México. Claro, todo dependerá de la versión del Boca que viaje al Jalisco.

Si se presenta el que muestra dudas en defensa, el que aparece dormido, el que falla goles increíbles. Si Caranta no vuelve a ser el arquero seguro y sólido de hace unas semanas atrás, si cada centro en el área propia tiene olor a gol, si Riquelme no puede recuperar su mejor forma física y sigue caminando la cancha, si a Palacio se le cierra el arco cada vez que está solo frente al arquero de turno, si Palermo, el oportunista del gol, no está tan oportuno, la tendrá muy complicada.

Si el campeón recupera la memoria, tendrán razón los que dicen que esta serie recién se definirá la semana que viene, cuando terminen los 90 minutos en Guadalajara.

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