Pura garra

Desde que comenzaron las rondas clasificatorias en la Libertadores, Boca no sólo no perdió sino que ganó las dos veces de visitante y con partidos increíbles.

Poca explicación tiene lo que ocurre con el xeneize: con Cruzeiro ganó 2-1 de local raspando y de visitante en un estadio cualquiera (Maracaná) ganó por 2-1 con gran respuesta del equipo en los primeros cuarenta y cinco minutos donde convirtieron los goles y los obligaron a meter cuatro. Palacio criticado por la definición metió un tremendo golazo y Palermo puesto en tela de juicio con un cabezazo calló a miles de hinchas.

Contra Atlas jugó la ida de local en cancha de Vélez donde igualó por 2-2 y lo único que se recuerda son las fallas defensivas en reiteradas oportunidades. A la semana siguiente tuvo que ir al Jalisco a enfrentar a Atlas y necesitaba ganar. En México hablaban ya de una eliminación dura para el último campeón, pero nuevamente sacó las garras a lucir y con tres goles de Palermo en veinte minutos, prácticamente cerró la serie.

Esas dos fueron las hazañas de visitante, donde mostraron un carácter, ganas y hambre de gloria increíbles para los jugadores que tiene. La experiencia de éstos, la tranquilidad y la frialdad en cada situación difícil no hace más que mostrar una y otra vez la categoría de este equipo. La Bombonera es otra de las causas quizás, claro, intimida tanto que hasta sus propios jugadores se asustan y no logran buenos resultados.

A sus rivales también les juega en contra las ganas con las que salen a ganar en La Boca y después pasan a ser presa de un conjunto efectivo que muestra, sella y confirma sus ganas y grandes cualidades, hace creer que Caranta es Fillol, Maidana Cafú y un optimismo propio de campeón.