martes, 12 de mayo de 2009

Sobre espumas y aerosoles


Los griegos sostenían la teoría del justo medio, sin dudas la decisión más acertada para todo. Ni tan, tan ni muy, muy dice otro refrán. Con el aerosol, espuma que se usa para los tiros libres, está llevando a un extremo.

Se pasó de patear tiros libres a cinco metros, algo que obviamente está mal, a marcar la espuma a diez u once metros de distancia, un número desorbitante para los jugadores lo que permite a la pelota subir y bajar sin ningún tipo de problema. Es decir, la barrera deja de cumplir su función.

Para ser más claros, es necesario hablar y explicar con ejemplos. El sábado Racing ganaba 2-1 y regaló un tiro libre bastante detrás de la medialuna. Le pegó Zapata al palo de la barrera y fue gol. Había muchísima distancia, aunque al estar tan lejos, el arquero no se salva de la responsabilidad, pero una cosa no quita la otra…

El siguiente caso también lo sufrió un equipo de Avellaneda, más preciso Independiente que empataba cero-cero y al cometer una infracción por el sector centro-derecha, Furchi tomó tantos pasos que permitió abrir el marcador. Al tener una barrera tan lejos –prácticamente inútil- es clasrísimo el paso de Assmann haciael medio del arco. Claro, cuando se corrió, Formica le pegó al palo derecho del novio de Melina Pitra y a cobrar.

Acostumbrados los referís a tomar más de nueve pasos para que no se adelanten, con el aerosol es distinto, toman distancia por demás y al no adelantarse, hace que la función de los muchachos parados de frente con cara de miedo y las manos en las bolas, sea la de aparecer en la tapa del diario del lunes.

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