Poco llamativo era el partido entre Argentina y Brasil. Tan sólo aportaban interés los nombres y algunos protagonistas. Con un estilo europeo y bastante poco vertical, Argentina fue en gran parte del partido, dueña de la pelota y el equipo que más interés tenía en ganar el partido.
Pastore y Banega, los encargados de tener la pelota estuvieron en un bajo nivel. Tampoco aportaron por las bandas Di María ni Zanetti desde un poco más atrás. Lionel Messi jugó noventa minutos en muy flojo nivel, pero su calidad puede más que cualquier cosa. Lo más destacado fue el ingreso de Lavezzi para darle aire fresco.
A Brasil le costaba más con la pelota. Más allá de contar con Dani Alves, Neymar y Ronaldinho como máximas figuras apostó demasiado al pelotazo. La chance más clara, de todas maneras, la tuvo el cuatro del Barcelona que rompió el travesaño, los otros dos cracks fueron reemplazando completando un partido muy flojo.
Cuando se acababa el partido en un aburrido cero a cero que como única anécdota tendría el debut de Batista como DT fijo, Lionel Messi agarró la pelota en tres cuartos de cancha, encaró a dos, tres, cuatro jugadores y cuando entró a la medialuna la puso junto al palo, para salvar el pellejo en el último minuto.
ARGENTINA: Sergio Romero; Javier Zanetti, Nicolás Pareja, Nicolás Burdisso, Gabriel Heinze, Javier Mascherano, Ever Banega, Javier Pastore (69’ Andrés D’Alessandro), Lionel Messi, Angel Di María, Gonzalo Higuaín (46’ Ezequiel Lavezzi). DT: Sergio Batista
BRASIL: Víctor, Dani Alves, Thiago Silva, David Luiz, André Santos, Ramires (85’ Jucilei), Lucas Leiva, Elias, Ronaldinho (73’ Douglas), Robinho, Neymar da Silva (77’ André). DT: Mano Menezes.
GOL: 91′ Lionel Messi (ARG)
Árbitro: Abdala Balideh. Estadio: Khalifa Internacional (Doha - Qatar).
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