Lo dijimos repetidas veces, que España no nos parecía el gran equipo del que se hablaba. Si bien fue dueño de todos los partidos, a veces abusaba de pases a lo ancho y daba la sensación que con un gol se conformaba. Ante Alemania dio una verdadera muestra de fútbol y vs. Holanda sufrió por momentos, pero fue el más insistente a lo largo de los 120 minutos. Si decimos que es un campeón justo, no es que cambiamos de opinión, sino que según lo que vemos, mereció ser campeón aunque no justificó tanta ponderación en sus primeros partidos.
España salió campeón porque tiene once jugadores que saben perfecto para lo que están. Al igual que Alemania, son lo más parecido a una orquesta, en el que tocan todos bien y hacen algo armonioso. Desde Casillas con sus grandes atajadas hasta Villa y sus cinco goles.
Tiene al mejor arquero del mundo, que se puso el equipo al hombro en situaciones complicadas y recibió sólo dos goles. Sus centrales Piqué y Puyol, se conocen bien del Barcelona, aunque fueron los que más sufrieron y complicaciones tuvieron. Los piques entre ellos o pases entre líneas los complicaron ante los equipos más difíciles, sin embargo, en el mano a mano fueron imparables y tanto Carles con su gol en semifinales como Gerard en sus constantes adelantos a jugar como volante central, fueron claves en la obtención del título.
Sergio Ramos por derecha, no tiene la marca que suelen tener los defensores, pero sus proyecciones y apariciones en solitario son fundamentales para los movimientos de sorpresa. De juego aéreo efectivo en las dos áreas, la garra y el sacrificio son su bandera. Por el otro lado, Capdevila, el más silencioso de todos, pero no el peor. Disciplinado lateral izquierdo, cumple siempre, es más lo que marca que lo que juega, pero no deja de ser un excelente jugador en una posición que escasean.
El doble pivote Xabi Alonso-Sergio Busquets fue el mejor del Mundial. Gran parte de la tenencia del balón pasa por el mediocampo y tanto el del Real como el juvenil del Barcelona, siempre pasó la pelota por ellos. Una precisión en pases cortos como profundos, tanto como en la recuperación y estar siempre bien parado. Excelentes para los relevos, son los trabajadores silenciosos del engranaje de arriba.
Xavi por el centro, Iniesta por cualquiera de las dos bandas y Pedro fueron importantísimos en la obtención del título. Xavi por ser el que más pases –y correctos- dio por el centro de la cancha, Iniesta por esas apariciones y piques al vacío como un delantero más, sus pases punzantes y despliegue por toda la cancha y por último Pedro Rodríguez, un jugador en pleno crecimiento que comenzó como suplente y se ganó un lugar a fuerza de desfachatez, velocidad, conexión con David Villa.
Párrafo aparte para el Guaje que como buen goleador apareció cuando su selección más lo necesitaba. Doblete y penal fallido ante Honduras, gran nivel con gol y asistencia ante Chile, gol de triunfo ante Portugal y Paraguay por la mínima y luego se tomó una licencia en el marcador, aunque no en su laboriosa función por afura cuando estaba Torres, por adentro cuando salió.
El Niño llegó muy justo físicamente y no rindió. Fabregas fue el recambio obligatorio de todos los partidos, para tener la pelota, para asistir a los de arriba o hasta para acompañar al delantero de turno. Cesc fue la variante necesaria en cada partido para adaptarse a varias funciones. David Silva tuvo un muy mal primer partido y quedó relegado, incluso por Jesús Navas, el más petiso del plantel, que con proyecciones y apariciones por la banda derecha, se ganó un lugar en el complemento de la final. Le faltó mayor profundidad, aunque también fue una buena variante. Jugó Llorente, el goleador del Bilbao, que tuvo pocos minutos y fue una opción pero de las menos utilizadas. Marchena sigue con su récord de ganar cada partido en el que viste la camiseta de la Furia, entre los suplentes más frecuentes.
Claves:
-Posesión del balón: el juego está planteado en la idea de tener la pelota. Tiene grandes jugadores y puede hacerlo, y cuenta con gente de mitad de cancha hacia delante que se mueve bien y siempre es opción de pase.
-Vocación ofensiva: siempre su centro fue el meter goles, jamás se replegó e incluso ganando siguió con su búsqueda por tener la pelota y atacar.
-Pegó en los momentos justos: contra Chile aprovechó un error del arquero, contra Paraguay le cayó una pelota que rebotó tres veces en los palos, contra Alemania ganó de cabeza. Cuando las papas quemaban, respondió a tiempo.
-Bien parado siempre: a veces sufrió con contragolpes, pero es muy complicado agarrar mal parado a España. Siempre en campo contrario, puede fallar al retroceder, pero son muchas más las veces que acierta.
-Un equipo armado: más allá de algunas variantes (Pedro por Torres), España tiene el mismo equipo y juega siempre de memoria con los mismos jugadores.
España salió campeón porque tiene once jugadores que saben perfecto para lo que están. Al igual que Alemania, son lo más parecido a una orquesta, en el que tocan todos bien y hacen algo armonioso. Desde Casillas con sus grandes atajadas hasta Villa y sus cinco goles.
Tiene al mejor arquero del mundo, que se puso el equipo al hombro en situaciones complicadas y recibió sólo dos goles. Sus centrales Piqué y Puyol, se conocen bien del Barcelona, aunque fueron los que más sufrieron y complicaciones tuvieron. Los piques entre ellos o pases entre líneas los complicaron ante los equipos más difíciles, sin embargo, en el mano a mano fueron imparables y tanto Carles con su gol en semifinales como Gerard en sus constantes adelantos a jugar como volante central, fueron claves en la obtención del título.
Sergio Ramos por derecha, no tiene la marca que suelen tener los defensores, pero sus proyecciones y apariciones en solitario son fundamentales para los movimientos de sorpresa. De juego aéreo efectivo en las dos áreas, la garra y el sacrificio son su bandera. Por el otro lado, Capdevila, el más silencioso de todos, pero no el peor. Disciplinado lateral izquierdo, cumple siempre, es más lo que marca que lo que juega, pero no deja de ser un excelente jugador en una posición que escasean.
El doble pivote Xabi Alonso-Sergio Busquets fue el mejor del Mundial. Gran parte de la tenencia del balón pasa por el mediocampo y tanto el del Real como el juvenil del Barcelona, siempre pasó la pelota por ellos. Una precisión en pases cortos como profundos, tanto como en la recuperación y estar siempre bien parado. Excelentes para los relevos, son los trabajadores silenciosos del engranaje de arriba.
Xavi por el centro, Iniesta por cualquiera de las dos bandas y Pedro fueron importantísimos en la obtención del título. Xavi por ser el que más pases –y correctos- dio por el centro de la cancha, Iniesta por esas apariciones y piques al vacío como un delantero más, sus pases punzantes y despliegue por toda la cancha y por último Pedro Rodríguez, un jugador en pleno crecimiento que comenzó como suplente y se ganó un lugar a fuerza de desfachatez, velocidad, conexión con David Villa.
Párrafo aparte para el Guaje que como buen goleador apareció cuando su selección más lo necesitaba. Doblete y penal fallido ante Honduras, gran nivel con gol y asistencia ante Chile, gol de triunfo ante Portugal y Paraguay por la mínima y luego se tomó una licencia en el marcador, aunque no en su laboriosa función por afura cuando estaba Torres, por adentro cuando salió.
El Niño llegó muy justo físicamente y no rindió. Fabregas fue el recambio obligatorio de todos los partidos, para tener la pelota, para asistir a los de arriba o hasta para acompañar al delantero de turno. Cesc fue la variante necesaria en cada partido para adaptarse a varias funciones. David Silva tuvo un muy mal primer partido y quedó relegado, incluso por Jesús Navas, el más petiso del plantel, que con proyecciones y apariciones por la banda derecha, se ganó un lugar en el complemento de la final. Le faltó mayor profundidad, aunque también fue una buena variante. Jugó Llorente, el goleador del Bilbao, que tuvo pocos minutos y fue una opción pero de las menos utilizadas. Marchena sigue con su récord de ganar cada partido en el que viste la camiseta de la Furia, entre los suplentes más frecuentes.
Claves:
-Posesión del balón: el juego está planteado en la idea de tener la pelota. Tiene grandes jugadores y puede hacerlo, y cuenta con gente de mitad de cancha hacia delante que se mueve bien y siempre es opción de pase.
-Vocación ofensiva: siempre su centro fue el meter goles, jamás se replegó e incluso ganando siguió con su búsqueda por tener la pelota y atacar.
-Pegó en los momentos justos: contra Chile aprovechó un error del arquero, contra Paraguay le cayó una pelota que rebotó tres veces en los palos, contra Alemania ganó de cabeza. Cuando las papas quemaban, respondió a tiempo.
-Bien parado siempre: a veces sufrió con contragolpes, pero es muy complicado agarrar mal parado a España. Siempre en campo contrario, puede fallar al retroceder, pero son muchas más las veces que acierta.
-Un equipo armado: más allá de algunas variantes (Pedro por Torres), España tiene el mismo equipo y juega siempre de memoria con los mismos jugadores.
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