Sería complicado intentar explicar qué es un Mundial. Por las dudas, abrimos el paraguas y decimos “todo el mundial en un solo lugar, ACÁ”, o “el mejor prode/concurso/mixture/cobertura del mundial, ACÁ”. Pero…, cuando hablamos de Mundial, ¿de qué hablamos?
Si es por definirla con una palabra, me animaría a decir que es un fenómeno. Un fenómeno que ha crecido con el paso del tiempo, que solo se vio interrumpido por una guerra fatal, un fenómeno que más allá de algunos pocos, reúne a todos los países (y los enfrenta…). Pero sin dudas que estamos hablando de un fenómeno especial, un fenómeno que recorre el mundo, emociona, apasiona. Porque si el fútbol es pasión de multitudes, el mundial ¿qué es? ¿Pasión mundial, como indica su nombre?
¿Cómo explicarle a un OVNI que nos visita el día de mañana, que miles de millones de personas ven el mismo programa de televisión o 22 tipos corriendo atrás de la pelota (como algunos lo piensan)? ¿Cómo explicarle a un OVNI que un chiquito de seis años grite un gol de Argelia –país que no sabe ni ubicar en el mapa- para que Inglaterra –por su edad tampoco vivió la peor rivalidad con los ingleses- se quede eliminado en primera ronda?
La pelota, reúne al mundo, luego lo enfrenta en partidos que no dejan de quedar en la historia, pero la esencia del Mundial, me parece que pasa por el fútbol. Por el fanatismo, por las propagandas, las promociones, el conocer un nuevo país aunque sea por Google Earth.
Es escuchar gritar un gol a una persona que uno tal vez nunca escuchó siquiera hablar. Es el hecho de que existan cuarenta millones de personas que dicen “estuvo bien” “estuvo mal” “foul” “penal” opinando sobre algo que hace un año criticaba porque su marido veía Fútbol de Primera.
Porque el Mundial no lo organiza la FIFA ni Sudáfrica, lo organizamos todos y no juegan 23 por país, sino que todos. Entonces queridos lectores (felicitaciones por haber llegado hasta acá…) los invito a este lugar especial, que intenta hacer una cobertura especial sobre Sudáfrica. Bienvenidos, adelante, pasen y vean.
Si es por definirla con una palabra, me animaría a decir que es un fenómeno. Un fenómeno que ha crecido con el paso del tiempo, que solo se vio interrumpido por una guerra fatal, un fenómeno que más allá de algunos pocos, reúne a todos los países (y los enfrenta…). Pero sin dudas que estamos hablando de un fenómeno especial, un fenómeno que recorre el mundo, emociona, apasiona. Porque si el fútbol es pasión de multitudes, el mundial ¿qué es? ¿Pasión mundial, como indica su nombre?
¿Cómo explicarle a un OVNI que nos visita el día de mañana, que miles de millones de personas ven el mismo programa de televisión o 22 tipos corriendo atrás de la pelota (como algunos lo piensan)? ¿Cómo explicarle a un OVNI que un chiquito de seis años grite un gol de Argelia –país que no sabe ni ubicar en el mapa- para que Inglaterra –por su edad tampoco vivió la peor rivalidad con los ingleses- se quede eliminado en primera ronda?
La pelota, reúne al mundo, luego lo enfrenta en partidos que no dejan de quedar en la historia, pero la esencia del Mundial, me parece que pasa por el fútbol. Por el fanatismo, por las propagandas, las promociones, el conocer un nuevo país aunque sea por Google Earth.
Es escuchar gritar un gol a una persona que uno tal vez nunca escuchó siquiera hablar. Es el hecho de que existan cuarenta millones de personas que dicen “estuvo bien” “estuvo mal” “foul” “penal” opinando sobre algo que hace un año criticaba porque su marido veía Fútbol de Primera.
Porque el Mundial no lo organiza la FIFA ni Sudáfrica, lo organizamos todos y no juegan 23 por país, sino que todos. Entonces queridos lectores (felicitaciones por haber llegado hasta acá…) los invito a este lugar especial, que intenta hacer una cobertura especial sobre Sudáfrica. Bienvenidos, adelante, pasen y vean.
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