Ventaja deportivA

All Boys recibió a Rosario Central para disputar la ida de la Promoción. El local con esperanzas, el visitante, expectante.

El equipo de la B tomó el control del partido, aprovechándose de su localía y de la falta de creación de Central. Mientras el local manejaba, los canayas no se inmutaban, se dejaron dominar.

Así transcurrió buena parte del partido, e inevitablemente llegó el primer gol, de la mano de Matos, a los 15 minutos del primer tiempo.

El equipo de Floresta seguía dispuesto a salir a jugar, por lo que tuvo varias chances más, como un gol de Matos, mal anulado por el juez de línea, que hubiera cambiado la historia.

El partido se cerraba, y el Albo ya festejaba su victoria. Sin embargo, en el tiempo adicional, Burdisso ganó de cabeza y empató el partido, neutralizando los esfuerzos del rival, y quedando bien parado de cara al siguiente encuentro.


Atlético de Rafaela fue el anfitrión del encuentro por el primer partido de la (otra) promoción, contra Gimnasia de La Plata. En contratara con su clásico, el Lobo, como ya sabemos, no viene bien.

Dèja vu, dirán algunos. Hace menos de un año (precisamente el 9 de Julio) se disputaba un partido con los mismos protagonistas, en la misma situación. En esa ocasión Rafaela salió victorioso por 3-0, pero en la vuelta se lo empataron y perdió en los penales.

Casi 11 meses después, la historia no fue tan diferente. El potencial ascendiente dominó durante todo el partido, con De La Fuete como transportador de la pelota.

Los primeros 30 minutos fueron arrasadores para el local. Tempranamente, a los cinco minutos, Blanco encontró el gol, recibiendo un centro de Castro, y resolviendo bien en dos certeros toques. A partir de allí la cancha parecía inclinada. Sin conformarse con un gol, Rafaela siguió buscando, y casi lo encuentra en numerosas ocasiones: una de Fontana, otra de Serrano, una más de Blanco, todas erradas por poco.

Gimnasia encontró un respiro en los últimos diez minutos del PT y ahí atacó más. Hubo algunas claras de Stracqualursi, y otras de Marco Pérez, pero ninguna determinante.

En el complemento quedó claro que nada iba a cambiar, por lo que Cocca empezó a aceptar la idea de un 1-0 debajo de cara a la vuelta en casa. Un par de cambios para aguantarlo y a rezar. En efecto, el visitante logró su cometido y no recibió más goles. Ahora espera una remontada, no tan tamaña como la del año pasado, pero una remontada al fin. Su rival, se emociona con volver a pisar la A.