El corte cronológico se realizó sobre la base del primer centenar de víctimas fatales, cuando luego los hechos demostraría que ya eran 102. Se remató el trabajo con la leyenda Continuará y no había terminado de salir el volumen que ya había otra muerte más. Una de las involuntariamente omitidas -pero omitidas- era nada menos que la de un árbitro, en 1972, asesinado a patadas en la cabeza, exhumando la leyenda británica de patearle la cabeza al danés, un hecho absolutamente inédito en el mundo.
Editorial Nueva América, Buenos Aires, junio 1986, 238 págs.
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