El debate surgió hace un tiempo y tal vez tenga olor a viejo, pero desde este espacio haremos un análisis y comparación en base a las estadísticas que nos proporciona Data Visual y números de estos jugadores.
Se trata de los laterales, marcadores de punta, tres y cuatros o como guste llamarlos. Si la selección aún no encuentra al hombre que se calce la tres es por problema del equipo, no de la "extinción del puesto". En cuanto al fútbol local, remarquemos que en la última fecha del torneo sólo San Lorenzo, Chacarita, Racing, Argentinos y Colón jugaron con tres en el fondo. Lo de los últimos tres mencionados pasa más por una filosofía de su entrenador que por carencia, de hecho se dan el lujo de colocar a Mercado como volante por derecha –con la función más de recuperación que creación- en un caso, de colocar a Fede Domínguez –hasta su lesión- en otro y en caso del sabalero en colocar a Quilez como carrilero por derecha, por el otro sector Ricardo Gómez y al Pirulo Rivarola de doble cinco.
Entonces, ya con esta tesis podemos asegurar que los laterales no murieron. La antítesis es con el respaldo de Cafú quien fue uno de los jugadores más influyentes en el puesto por derecha. Dijo en una entrevista con El Gráfico, que el puesto es “ingrato” para los chicos y observó: “Me pregunto por qué siempre que un equipo va perdiendo, el primero que sale es un lateral. Eso también confunde y desanima”. Si uno se pudiera tomar el atrevimiento de contestarle aquella pregunta que parecería retórica, es porque cuando el equipo pierde, arma una línea de tres y si un lateral no se adapta al mediocampo, ni a ser uno de los tres centrales, no le queda otra que darle su lugar a uno de características más ofensivas.
Continuando con el propio Cafú, dice que comenzó como mediocampista derecho pero le gusta más ser lateral, y agrega “es una de las posiciones más completas: hay que correr muchísimo, saber marcar bien, saber atacar bien, saber hacer cobertura de centrales, saber salir al mediocampo y sobre todo saber cerrar bien”. Tomando el caso del campeón, la función tanto de Barraza como de Bustamente fue mucho más defensiva ya que al tener un volante por su mismo sector, pierde un poco de lugar y se dividen más las tareas.
El porcentaje de participaciones por partido de Bustamente es de 53, 30%, detrás de otros siete laterales y bastante lejos de Maxi Velázquez que lidera con un 63, 76%, pero el segundo dentro de todo su equipo, algo muy extraño. Barraza tiene un porcentaje de 46,33 por partido, bastante lejos de los de arriba. En cuanto a remates, los dos realizaron diez en todo el torneo, pero como Barraza jugó menos tiempo tiene apenas mejor porcentaje. Julio supera a Marcelo en gambetas y faltas recibidas, muestra de que el cuatro hizo buenas participaciones en ataques. Síntesis: las tantas funciones que nombra Cafú, para un lateral en Banfield son menos, para un delantero (lamentablemente no las nombra) más.
El promedio de participaciones de los volantes por las puntas (Quinteros y Rodríguez) del campeón es de 37,67, lo curioso es que los dos tuvieron menos participaciones que 29 laterales de todos los equipos de primera, es decir, si bien se dividían las funciones, participaron muy poco en juego y una característica más que demuestra que estos dos jugadores perdían sentido en posición habitualmente desequilibrante, es que tienen un alto promedio de pases de control (pases cortos o laterales, que no le permiten avanzar al equipo) y a su vez alto promedio de pases y centros a un toque. Síntesis: las funciones de los laterales como de los mediocampistas se ven de cierto modo, recortados e incompletos.
Para no excedernos del tema de los laterales, debemos dejar a los mediocampistas de Banfield para destacar virtudes y defectos de algunos marcadores de punta. Antes, hay que mencionar algunos casos especiales como el de Mercado (dicho anteriormente), Pintos que en algunos partidos se adelantó unos metros y Ñuls que a veces jugó con línea de tres y carrileros.
El lateral con más participaciones fue Maximiliano Velázquez, que delante de él tuvo a Blanco que solía cerrarse y darle cabida al ex Talleres. Por la otra banda de Lanús, estuvo Hernán Grana que lidera la tabla de quites, con promedio 2, 08% por encima de todos los jugadores de Banfield. El mismo ex All Boys fue bastante osado porque también punta en la de dribblings, tomando cierto riesgos que lo llevan a estar también primero en la de pelotas perdidas. Nada es casualidad…
Mareque es otro que aparece siempre por arriba. Es el segundo en participaciones totales tanto en porcentaje como en cantidad (depende los minutos jugados), tercero en faltas recibidas, tiene cuatro remates al arco en todo el campeonato, tercero en gambetas y segundo en pases incorrectos (sea a un rival o fuera de la cancha). En comparación con Tuzzio, tuvo más gambetas, más pases y centros correctos aunque 0,2 por partido de remates al arco, mientras que Eduardo, supuestamente, abocado más a la marca 0,8.
Es curioso, los números pueden desnudar una realidad como ocurre con Banfield o mostrarnos cosas nuevas y servirnos para comparar a lo que se refiere Cafú, con lo que vemos. Después de estas pequeñas dialécticas, puedo afirmar que el lateral no desapareció, que se está modificando. Que a veces pareciera mejor colocarlos directamente de central o de volante pero en realidad son jugadores que resaltan unas características más que otras (marca o proyección) y que si bien es una idea que a mí personalmente, me parece muy buena (me gustan Colón y en especial Argentinos) sería de necio enojarse porque un lateral no contiene todas estas condiciones, porque si bien no murieron, los que tienen todas las cualidades están cavando sus tumbas.
Se trata de los laterales, marcadores de punta, tres y cuatros o como guste llamarlos. Si la selección aún no encuentra al hombre que se calce la tres es por problema del equipo, no de la "extinción del puesto". En cuanto al fútbol local, remarquemos que en la última fecha del torneo sólo San Lorenzo, Chacarita, Racing, Argentinos y Colón jugaron con tres en el fondo. Lo de los últimos tres mencionados pasa más por una filosofía de su entrenador que por carencia, de hecho se dan el lujo de colocar a Mercado como volante por derecha –con la función más de recuperación que creación- en un caso, de colocar a Fede Domínguez –hasta su lesión- en otro y en caso del sabalero en colocar a Quilez como carrilero por derecha, por el otro sector Ricardo Gómez y al Pirulo Rivarola de doble cinco.
Entonces, ya con esta tesis podemos asegurar que los laterales no murieron. La antítesis es con el respaldo de Cafú quien fue uno de los jugadores más influyentes en el puesto por derecha. Dijo en una entrevista con El Gráfico, que el puesto es “ingrato” para los chicos y observó: “Me pregunto por qué siempre que un equipo va perdiendo, el primero que sale es un lateral. Eso también confunde y desanima”. Si uno se pudiera tomar el atrevimiento de contestarle aquella pregunta que parecería retórica, es porque cuando el equipo pierde, arma una línea de tres y si un lateral no se adapta al mediocampo, ni a ser uno de los tres centrales, no le queda otra que darle su lugar a uno de características más ofensivas.
Continuando con el propio Cafú, dice que comenzó como mediocampista derecho pero le gusta más ser lateral, y agrega “es una de las posiciones más completas: hay que correr muchísimo, saber marcar bien, saber atacar bien, saber hacer cobertura de centrales, saber salir al mediocampo y sobre todo saber cerrar bien”. Tomando el caso del campeón, la función tanto de Barraza como de Bustamente fue mucho más defensiva ya que al tener un volante por su mismo sector, pierde un poco de lugar y se dividen más las tareas.
El porcentaje de participaciones por partido de Bustamente es de 53, 30%, detrás de otros siete laterales y bastante lejos de Maxi Velázquez que lidera con un 63, 76%, pero el segundo dentro de todo su equipo, algo muy extraño. Barraza tiene un porcentaje de 46,33 por partido, bastante lejos de los de arriba. En cuanto a remates, los dos realizaron diez en todo el torneo, pero como Barraza jugó menos tiempo tiene apenas mejor porcentaje. Julio supera a Marcelo en gambetas y faltas recibidas, muestra de que el cuatro hizo buenas participaciones en ataques. Síntesis: las tantas funciones que nombra Cafú, para un lateral en Banfield son menos, para un delantero (lamentablemente no las nombra) más.
El promedio de participaciones de los volantes por las puntas (Quinteros y Rodríguez) del campeón es de 37,67, lo curioso es que los dos tuvieron menos participaciones que 29 laterales de todos los equipos de primera, es decir, si bien se dividían las funciones, participaron muy poco en juego y una característica más que demuestra que estos dos jugadores perdían sentido en posición habitualmente desequilibrante, es que tienen un alto promedio de pases de control (pases cortos o laterales, que no le permiten avanzar al equipo) y a su vez alto promedio de pases y centros a un toque. Síntesis: las funciones de los laterales como de los mediocampistas se ven de cierto modo, recortados e incompletos.
Para no excedernos del tema de los laterales, debemos dejar a los mediocampistas de Banfield para destacar virtudes y defectos de algunos marcadores de punta. Antes, hay que mencionar algunos casos especiales como el de Mercado (dicho anteriormente), Pintos que en algunos partidos se adelantó unos metros y Ñuls que a veces jugó con línea de tres y carrileros.
El lateral con más participaciones fue Maximiliano Velázquez, que delante de él tuvo a Blanco que solía cerrarse y darle cabida al ex Talleres. Por la otra banda de Lanús, estuvo Hernán Grana que lidera la tabla de quites, con promedio 2, 08% por encima de todos los jugadores de Banfield. El mismo ex All Boys fue bastante osado porque también punta en la de dribblings, tomando cierto riesgos que lo llevan a estar también primero en la de pelotas perdidas. Nada es casualidad…
Mareque es otro que aparece siempre por arriba. Es el segundo en participaciones totales tanto en porcentaje como en cantidad (depende los minutos jugados), tercero en faltas recibidas, tiene cuatro remates al arco en todo el campeonato, tercero en gambetas y segundo en pases incorrectos (sea a un rival o fuera de la cancha). En comparación con Tuzzio, tuvo más gambetas, más pases y centros correctos aunque 0,2 por partido de remates al arco, mientras que Eduardo, supuestamente, abocado más a la marca 0,8.
Es curioso, los números pueden desnudar una realidad como ocurre con Banfield o mostrarnos cosas nuevas y servirnos para comparar a lo que se refiere Cafú, con lo que vemos. Después de estas pequeñas dialécticas, puedo afirmar que el lateral no desapareció, que se está modificando. Que a veces pareciera mejor colocarlos directamente de central o de volante pero en realidad son jugadores que resaltan unas características más que otras (marca o proyección) y que si bien es una idea que a mí personalmente, me parece muy buena (me gustan Colón y en especial Argentinos) sería de necio enojarse porque un lateral no contiene todas estas condiciones, porque si bien no murieron, los que tienen todas las cualidades están cavando sus tumbas.
1 comentario:
Quién es ese Cafú? Yo conozco un tal Javier Adelmar...
Publicar un comentario