La vuelta de las semifinales transcurrieron, y con ellas algunas sorpresas. La primera, disputada por Cerro Porteño y Fluminense, que la ida había favorecido a este último por uno a cero, fue lamentable. El partido fue espectacular; comenzaba con una ventaja mínima de Cerro Porteño por gol de Cáceres, en una increíble actuación de Barreto, su arquero, que tapó todo.
Sin embargo, en tiempo de descuento, se despertó el flu. Este lo empató en el ’92, y, en una pelota parada, Barreto decidió adelantarse. La contra llegó, y el portero quedó como un defensor conteniendo al oponente, Alan, que lo dejó plantado para convertir lo que sería la victoria definitiva.
Entre festejos, los suplentes del equipo de Brasil provocaron a los contrincantes y todo terminó a las trompadas. Fue un todos contra todos, corto pero completo, en donde el referí comenzó actuando bien: logró, con la policía, separar a los boxeadores. Luego no fue tan correcto, ya que no informó a nadie.
Así terminó la accidentada semi, dando paso a los brasileros a la final.
La otra semifinal transcurrió muy diferentemente. Se disputaba entre River (de Uruguay, sería un milagro que el de Núñez llegara a estas instancias) y Liga de Quito En la ida, un River enchufado que consiguió un valioso 2-1 de local. El ganador de la ida había dejado atrás a San Lorenzo, y se lo veía optimista.
Sin importar esto, lo de LDQ fue imperioso. Arrasó, aplastó a un irreconocible equipo montevideano, que ni batalla dio. Consiguió un 7-0, la victoria más abultada de la historia de la Sudamericana. El argentino Bieler clavó tres, uno de penal, y de los demás se encargaron Espínola, Bolaños, Méndez y de la Cruz.
Expectamos impacientes la final. Enfrentados estarán la Liga, campeón de la Libertadores en 2007 y el Fluminense, finalista y perdedor ante los ecuatorianos. Se repite la escena, en la otra copa internacional, pero ahora ¿quién será el campeón?
Sin embargo, en tiempo de descuento, se despertó el flu. Este lo empató en el ’92, y, en una pelota parada, Barreto decidió adelantarse. La contra llegó, y el portero quedó como un defensor conteniendo al oponente, Alan, que lo dejó plantado para convertir lo que sería la victoria definitiva.
Entre festejos, los suplentes del equipo de Brasil provocaron a los contrincantes y todo terminó a las trompadas. Fue un todos contra todos, corto pero completo, en donde el referí comenzó actuando bien: logró, con la policía, separar a los boxeadores. Luego no fue tan correcto, ya que no informó a nadie.
Así terminó la accidentada semi, dando paso a los brasileros a la final.
La otra semifinal transcurrió muy diferentemente. Se disputaba entre River (de Uruguay, sería un milagro que el de Núñez llegara a estas instancias) y Liga de Quito En la ida, un River enchufado que consiguió un valioso 2-1 de local. El ganador de la ida había dejado atrás a San Lorenzo, y se lo veía optimista.
Sin importar esto, lo de LDQ fue imperioso. Arrasó, aplastó a un irreconocible equipo montevideano, que ni batalla dio. Consiguió un 7-0, la victoria más abultada de la historia de la Sudamericana. El argentino Bieler clavó tres, uno de penal, y de los demás se encargaron Espínola, Bolaños, Méndez y de la Cruz.
Expectamos impacientes la final. Enfrentados estarán la Liga, campeón de la Libertadores en 2007 y el Fluminense, finalista y perdedor ante los ecuatorianos. Se repite la escena, en la otra copa internacional, pero ahora ¿quién será el campeón?
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1 comentario:
es el regreso de los viejos torneos continenetales, con patadas, incidentes y escandalos. parece mentira que esto no nos llamae la atencion y sea algo comun. lo del jueves fue un bochorno
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