Rincón Fontanarrosa XXVI

Un tiki-tiki con los afectos, las anécdotas, las historias, el humor, la vida y el fútbol. Bajo esas premisas, a las que no renuncia, Angel Cappa presentó ayer su libro Hagan Juego, que contiene una serie de charlas con personalidades de la pelota y que fue editado por la escuela de periodismo Deportea y el diario español Marca.

Angel Cappa junto a Guillermo Blanco, codirector de Deportea.A la presentación, que se realizó en la sede de TEA y Deportea, asistieron, entre otros, Fernando Redondo (uno de los entrevistados en el libro), Humberto Maschio, Fernando Signorini (PF de la selección argentina), Leonardo Madelón, Leonel Gancedo, Francisco “Fatiga” Russo, Esteban Pogany, Walter Pico, Mauro Navas. Victorio Cocco, José “El Ratón” Leonardi, el escritor Juan Sasturain y los músicos Jaime Torres y Andrés Calamaro. Este último, amigo y compañero de truco de sus épocas en Madrid, definió a Cappa como “Un lírico nacional”.

Hagan Juego incluye charlas con Juan Román Riquelme (realizada en Buenos Aires), Johan Cruyff, Pep Guardiola, Alfredo Di Stéfano, Redondo, Raúl, Pablo Aimar, Cesc Fábregas, Fernando Hierro, Robert Pires, Gonzalo Higuaín, Diego Milito, Diego Forlán, Roberto Abbondanzieri, Guti e Iván de la Peña, entre otros.

El DT de Huracán rodeado por Francisco Russo, Victorio Cocco, Humberto Maschio, Fernando Redondo, Fernando Signorini y Andrés Calamaro, entre otros.Cappa, rodeado también de hinchas y periodistas, le dio al tono a la charla con sus primeras palabras: “La primera buena noticia es que en los últimos 10 minutos, Huracán no vendió a ningún jugador”.

Y, enseguida, contó una experiencia que lo marcó en su vinculación con el fútbol: “Eramos muy pibes y en mi ciudad, Villa Mitre, en Bahía Blanca, ganamos en un partido de papi 17 a 0. Cuando terminó, el técnico nos dijo que no habíamos jugado bien. Ahí empecé a entender que el resultado no era lo más importante”.

A la mesa, coordinada por Guillermo Blanco, uno de los codirectores de Deportea, se fueron sumando Redondo, Calamaro, Signorini y Sasturain.

El Gráfico