Contrapuestos

La globalización no llegó a su último punto, al destinatario más difícil de convencer: el fútbol. La velocidad de los jugadores sudamericanos o africanos para emigrar y dejar muchas cosas atrás para probar suerte en Europa son muestra de lo cercano que está uno de otro, pero la diferencia a la hora de jugar muestra cuan lejos está.

Uno de los motivos es lo difícil de mantener un equipo aquí, ya que no hay grupos inversores de renombre, ni multimillnarios, dueños o accionistas. La diferencia entre uno y otro es muy clara, pero en este caso no se hablará de eso.

El partido ya es diferente por las canchas muy mojadas que hacen el juego muy rápido favoreciendo a los que gozan de esa virtud. También salieron beneficiados los asistidores, de buena pegada ya que con sus pelotazos largos -muy comunes- pueden facilitar el gol.

Los campos suelen ser muy grandes, anchos sobre todo y generalmente se los ve en buen estado en Europa. Es por eso que el juego friccionado que acá abusa, allá no se ve casi nunca por los espacios y la forma de pensar.

Las presiones y los objetivos varían demasiado. El mismo Abbondanzieri dice que una derrota 1-0 en el Bernabeu con el Getafe era más festejada por los azulones. Otra cosa que muestra es que un club grande como puede ser Liverpool salió a defenderse en estadio del Arsenal por Champions. Está bien, visitante, le servía el empate, pero equipos grandes en competiciones importantes en Argentina nunca lo vi. De hacho River y San Lorenzo jugaron muy parejo, a veces con supremacía de un equipo, pero sin planteos defensivos.

La mente del jugador se hace insoportable para un espectador americano. Esa tranquilidad y frialdad en todo momento, para tocar la pelota de un bando a otro sin avanzar los vuelve locos, porque acá uno de los dos está más urgido, allá a veces no.

Eso está representado en la encuesta que hicimos la semana pasada y teniendo en cuenta que los ingresantes son de este continente, el 55% de las personas optaron por el fútbol local y el 25% por el internacional, los restantes votaron en blanco. Una muestra de lo que uno elige y lo que representa a la gente en general. Creer o reventar, uno océano los separa, tan diferentes tan complementarios.