El primero en la lista -no lleva ningún orden en específico- es Gabriel Peñalba. El volante central jugó al lado de Ortigoza y el fue encargado de hacer jugar al equipo, hizo las veces de enganche para llegar con facilidad al otro arco. Confirmó lo del torneo pasado y dejó atrás una imagen negra como la de Quilmes. Uno de historia parecida es Alvaro Pereira.
El español argentino, Iván Moreno y Fabianesi, la está rompiendo, en su mejor momento, de madurez y de inteligencia en la cancha de fútbol. Jugó al lado de Verón, un poco adelantado y se hizo fundamental en el esquema de Sensini donde mostró fútbol y pierna fuerte cuando se necesitaba. Insisiste que su sueño es la LFP y es un buen momento para cumplirlo.
Otro más de La Paternal. Gorosito lo recuperó a su nivel y el joven le respondió de gran manera con goles y una asociación con Delorte. Lo mejor de él se vio en sus arranques desde la izquierda hasta la derecha -a lo Matador Kempes- y en los contraataques demostrando su velocidad con la pelota y efectividad a la hora de definir.
Del mismo estilo es el jugador de Gimnasia de Jujuy y ex Chicago que la rompió en este Clausura, fue la figura de los norteños y fue uno de los principales estandartes de la salvación. Miranda, Arraya, Escalada, Turdó cambiaron y quisieron volver al Chiquitín. No hablamos de otro que no sea César Carranza quien para colmo convirtió en la ida vs. Unión. Se quiere quedar pero tiene características para jugar en cualquier grande.
No descubrimos nada ahora, pero Santiago Salcedo quedó opacado por Cardozo hace un año. Con la ida del Nene, Caruso le dio titularidad el torneo pasado y viene cumpliendo con goles hasta ahora. Es alto, y tiene un físico que cualquier nueve quisiera, pero además tiene gran calidad con los pies y puede pivotear perfectamente. Antes de que lluevan ofertas lo tasaron en 10 millones de dólares, algo inalcanzable para el mercado local, pero tal vez no para algún europeo falto de gol. Es garantía de confianza.
El joven Buonanotte fue la gran figura del River campeón. Arrancó de suplente, pero el tiempo le mostró a Simeone que lo debía poner. Así lo hizo el Cholo y este cumplió muy bien. Con su habilidad dejó a más de un defensor mal parado, con su definición le dio el título 33 a River, con su voz rompió algún oído y con sus millones sueñan venderlo a Europa.
Fue tanto lo que peleó el puesto que no paró de meterla. A veces los jugadores necesitan que le aprieten un poco más. Fue el caso de Vizcarra que venía jugando mal, pero la inclusión de Zelaya, lo motivó y le metió presión para volver a marcar y desarrollar su potencial. Cumplió con las expectativas y salvó a Central de su equipo.
El Papu Gómez juega en Arsenal desde hace un tiempo y allí está haciendo las locuras menos imaginables. De mediapunta, enganche, fue la clave de la obtención de la Sudamericana. Con la llegada de Leguizamón le metieron presión y arrancó de suplente. Su magia y desfachatez lo volvieron al 11 titular y una tranquilidad para Alfaro. Lo único a corregir es la falta de gol, pero un club chico de Europa lo podría tener perfectamente. Si se queda, mejor para el buen fútbol.
Román es un crack, habilidoso y se está animando al arco. Es Martínez y juega en Tigre, ahora deberá volver a Arsenal pero regresa con las puertas -además de abiertas- como una esperanza. En el préstamo cobró minutos y se adaptó a un equipo similar al Viaducto. Su vocación ofensiva es muy bien acompañada por su marca y colaboración hacia con Castaño. Mostró tranquilidad y superioridad que lo llevaron a ser de lo mejor del matador.
Hasta aquí llegamos con lo positivo y las partes 3 y 4 vendrá un poco más negativas, ay.
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