"El football que yo cultivé era una verdadera demostración de destreza y energía. Un juego algo más brusco, pero viril, hermoso, pujante. El juego moderno es más fino, más artístico en apariencias, pero ha perdido su animación primitiva. Confieso que soy un amante de la tradición y creo, al expresarme así, que estoy en lo cierto" (J. Brown, capitán de la Selección, 1921).
"No aceptaría a un homosexual en mi equipo" (Daniel Passarella, 1995).
"La Máquina de River fue un invento de doña Rosa, la mamá de Adolfo Pedernera" (Carlos Peucelle, histórico delantero de River, 1969).
"El juego de un equipo de fútbol tiene muchos puntos de contacto con el ballet. La diferencia fundamental es que, mientras el cuerpo de baile tiene una coreografía y poco espacio para la improvisación, el futbolista va armando la suya al toque, a medida que se desarrolla el partido" (Maximiliano Guerra).
"Debimos decirle a Maradona: Mirá, Diego, vos jugás al fútbol como Dios, pero sólo sos un hombre" (Jorge Valdano, 1996).
"Si el carasucia en fútbol reclamara un afiche que lo representara, Enrique García, el poeta de la zurda, se pintaba sólo para tal fin. Era un jugador travieso, burlón, irónico, despectivo, casi cruel hacia el rival, jocoso y jocundo a la vez, ángel y demonio, admirado por unos y detestado por otros, sus jugadas era todo genio y sus actitudes puro desafío" (semblanza de Enrique García, jugador de Rosario Central, Racing y la Selección, del periodista Diego Lucero).
"Voy al frente, por eso volví a perder 5 a 0" (Alfio Basile, 1997).
"En ningún sitio aprendí tanto de mí y de los demás como en una cancha" (Valdano).
"No hay técnico en el mundo que pueda hacer un equipo ganador sin buenos jugadores" (Norberto Méndez, futbolista de Selección en la década del 40).
"Como presidente del club tengo la obligación de respaldar al técnico del equipo hasta cinco minutos antes de echarlo" (Alfredo Davicce).
"River es una cúpula de cuatro tipos mandados por un almirante" (Angel Labruna, 1983, en alusión al marino Carlos Alberto Lacoste).
"Cállese la boca, penal bien tirado es gol" (Carlos Nai Foino, árbitro del Boca-River que decidió el título de 1962, a los jugadores de River que reclamaban que Antonio Roma se adelantó en el penal que ejecutó Delem y detuvo el arquero).
Éstas fueron de las primeras, habrá más en las próximas semanas del mismo o mejor nivel.
1 comentario:
Te falto alguna del bambino Veira, belleza!!!
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