Distintas sensaciones

Con la cabeza en frío y las repercusiones escuchadas, un completísimo informe de dos de los duelos de Copa con los argentinos como protagonista.

Ante 70 mil espectadores, Boca le ganó a Cruzeiro en el Mineirao de Belo Horizonte y se clasificó para los cuartos de final de la Copa Libertadores, en donde chocará nuevamente con Atlas de México y Bruno Marioni. Rodrigo Palacio y Martín Palermo, a los 36 y 43 minutos del primer tiempo pusieron en ventaja a Boca, y a los 11 del segundo descontó Wagner.
Cruzeiro manejó la pelota durante 30 minutos y el partido se jugó en terreno xeneize. Que parecía haber ido a Brasil a defenderse. Los problemas llegaron cuando Wagner comenzó a desbordar por izquierda a Jonatan Maidana, y a Fabián Vargas, que no colaboraba en la defensa. Boca no hacía pie en la mitad de cancha, con Riquelme lento e impreciso para habilitar a Palacio.

La primera llegada del equipo argentino surgió a los 32 minutos luego de que Fabián Monzón, una de las figuras del partido (este joven no demuestra tener miedo a nada), arranque desde el fondo, corra toda la cancha y luego dispare un tiro que finalmente se fue lejos. Un minuto más tarde lo tuvo Rodrigo Palacio, en una nueva contra, esta vez iniciada en una mala salida de Caranta que salio del área y despejó lejos para que Palacio juegue una pared con Riquelme y este último lo habilite, pero el remate del delantero se fue muy desviado. Ahí Boca se dio cuenta que podía y a los 36 se puso en ventaja.

Un nuevo contraataque nacido en un rechazo de Morel pasó por los pies de Riquelme, Dátolo y finalmente le llegó a Palacio que, por izquierda, enganchó hacia adentro y sacó un remate que se clavó en el ángulo izquierdo de Fabio. Ese gol fue terrible para los brasileños y una envión anímico para Boca, que controló más la pelota en esos 10 minutos finales y empezó a liquidar el partido a los 43 minutos cuando Palermo, de cabeza, le puso el broche de oro a un centro de Dátolo, otro de los que brilló, desde la izquierda.

Boca adoptó nuevamente una actitud defensiva y Cruzeiro tras una falta de Dátolo en el borde del área y una mala salida de Caranta en el tiro libre, le facilitó las cosas a Wagner que con una tijera puso el 2-1. La presión duro hasta los 10 minutos finales cuando los futbolistas locales empezaron a sentir el efecto del cansancio. Y para colmo sobre los 37 se fue expulsado Ramires por una falta sobre Riquelme. Ahí se acabo el partido, Boca rompió una larga racha en el Mineirao, pasó a cuartos de final, y escribió una nueva hazaña, que parecía imposible.


La revancha en Núñez tuvo de todo:
Al principio era todo del local. A los 9, gol de Abreu mal anulado por offside. Dos minutos después, tiro libre de Abelairas, Falcao quiere empujarla pero no lo logra y Orión y la pelota pasan de largo. 1-0 y pasaba River por el gol de visitante.
A los 17minutos, Falcao calentó el clima con un patadón a Méndez que merecía por lo menos la amarilla, la decisión del juez de línea fue: lateral. El defensor, rengueando, fue a insultar al colombiano y se armó una gran pelea. Todos contra todos. Desde ese momento era evidente que no iban a terminar los 22. El primer expulsado fue Rivero.
El 1º tiempo terminó con ventaja futbolística y numérica de River, que por su búsqueda del arco rival se fue despedido con aplausos. Qué cambiante es el fútbol.
Fue especial para los ex. A D'Alessandro lo chiflaban cada vez que tocaba la pelota y perdía más pelotas de las que ganaba. Igual, sacó un par de remates que exigieron a Carrizo.
En el minuto 13 del ST pasó algo que parecía fatal para el Ciclón: Bottinelli le ganó en la corrida a Falcao y la pelota llegaba a las manos de Orión. Sin embargo, el defensor quiso hacer justicia y vengarse del delantero, que terminó sacando a Méndez de la cancha. El codazo innecesario e infantil dejó a su equipo con nueve y le dio un penal a River. La pelota la tomó Abreu, que con un derechazo al centro del arco marcó el 2-0. El uruguayo no pidió perdón por su anterior pasado, sino que lo gritó con fuerza, de cara a la hinchada de River.
El resultado no era justo, porque en el segundo tiempo San Lorenzo había equilibrado las cosas, más allá de las expulsiones. Estaba absolutamente todo a pedir de River. La lógica indicaba que había que tocar la pelota, para que el rival con menos jugadores corriera detrás de la pelota. Que pasaran los minutos y San Lorenzo se desesperara. Pero no. El equipo de Simeone confundió el camino.
Nuevas discusiones, otra pelea y una piña de Bergessio a Carrizo sin pelota (hubiera sido distinta la historia si lo echaban). Más insultos para el pobre D'Alessandro que se cansó y en respuesta aplaudió a la gente de San Lorenzo.
A los 24, el Cabezón la peleó por derecha, habilitó a Adrián Gonzalez, que tocó con Silvera. El 7 giró con la marca encima y tocó atrás para Placente este abrió para Bergessio y el ex Racing clavó un zurdazo cruzado que se transformó en el 2-1. Silencio de un lado, desahogo de Ramón y toda la hinchada por el otro. Por ahora había definición por penales.
Tres minutos después y todavía confundido por el golpe, River volvió a equivocarse: corner de D'Alessandro por derecha anticipo de Bergessio, gol del Santo. Se sacó la camiseta, saltó los carteles y lo grito con alma y vida. Todos se amontonaron festejando la casi decisiva clasificación
Después lo tuvo el Millonario, un cabezazo de Falcao fue rechazado sobre la línea, una palomita de Rosales cruzó todo el arco, un tiro de Abelairas rozó el travesaño. Del otro lado, Hirsig entró para contener, Bergessio peleaba contra todos.
Un pase atrás de Ahumada que le pasó por debajo del botín al casi siempre seguro Carrizo y la expulsión de Tuzzio, en el cierre fueron imágenes de impotencia y nerviosismo de el equipo de Nuñez.
Simeone asumió la responsabilidad y no dijo nada más. A la gente se le acabó la paciencia, pero la furia va en aumento.
Un sueño que este plantel de San Lorenzo no considera imposible.

Partidos pendientes por Libertadores y Copa Italia:

Santos venció 2-0 al Cúcuta de visitante (4-0 global) y Roma venció al Catania 2-0 (3-0) y se enfrentará en la final con el Inter.

Cruces de Cuartos (Ida):

14/5 San Pablo-Fluminense (Oscar Ruíz)

15/5 América-Santos (Héctor Baldassi)

15/5 San Lorenzo-LDU Quito (Carlos Simón)

14/5 Boca-Atlas (Carlos Chandía)