En una nueva semana de copa, tan sólo Independiente quedó como representante argentino. Se disputaron los cuartos de final y el mapa de la Copa Sudamericana se acerca un poco más al definitivo.
Por la llave de arriba, Palmeiras eliminó al Atlético Mineiro, mientras que Goiás hizo lo propio con el Avaí de Florianópolis. Por lo tanto, una de las semifinales será brasilera. En la otra, el miércoles a las once de la noche (hora Argentina), Newell´s se quedó eliminado en manos de la Liga de Quito que quiere defender su puesto de último campeón.
El 0-0 de ida fue desfavorable para el Leproso que debía ganar en Casa Blanca, sin embargo, fue a especular y aprovechó escasas veces la floja defensa ecuatoriana. El empuje de Sperdutti y Formica (por momentos) no coincidió con la falta de efectividad de Borghello. A doce del final, Walter Calderón que había ingresado cinco minutos antes, recibió afuera del área, sacó un remate cruzado imposible para Peratta, que esta vez no evitó la caída de su arco. El ex Vélez fue la figura de su equipo y permitió la esperanza del final. Porque a los cuatro minutos que adicionó Oscar Ruiz, le puso suspenso un disparo de la joven promesa Salvatierra que se estrelló en el palo. El triunfo para los locales fue merecido, ya que aprovecharon la indecisión de los rosarinos para adueñarse del partido. La esperanza y el camino como revelación continúa; ahora van por Independiente.
Independiente, al revés de su club compatriota, obtuvo un gran empate de visitante (2-2), lo que permitió media clasificación. Con un estadio colmado (en cancha de Racing, por suspensión del ELA), comenzaron mejor los locales frente a un Tolima que parecía perdido. Sus fallas defensivas eran notorias, aunque Mohamed tomó sus recaudos para que nunca lo agarraran mal parado. Battión estrelló el travesaño de cabeza y el Pato Rodríguez casi la mete de carambola tras presionar al arquero Silva, mientras que los cafeteros asustaron con un buen tiro libre de Rodrigo Marangoni. Todo eso pasó en el primer tiempo, luego hubo sufrimiento aunque pocas situaciones por lado. El rojo se quedó, le cedió campo a su rival que llegaba con pelota dominada hasta tres cuartos de cancha, donde perdía el rumbo. La precisión de Marangoni y la movilidad de Wilmer Medina fueron suprimidos por una defensa que por momentos fue de cinco.
En la mentalidad del hincha rojo no entra otra cosa que no sea festejar por clasificar a semifinales de un torneo continental después de quince años, sin embargo tiene mucho corregir sobre todo porque lo espera un rival complicadísmo que llega (desde hace más de un año, en verdad) afilado.
1 comentario:
sin la jerarquia de otros tiempos pero con la mistica de siempre. Saludos!
http://dpuntin.blogspot.com
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