Día 22

Gran partido por la primera semifinal. Holanda y Uruguay, dos equipos que dejaron una huella en este Mundial por ser los únicos invictos que pasaron de ronda y ambos ser una suerte de revelación en un Mundial muy extraño.

El comienzo no fue para nada extraordinario, con los dos equipos cautelosos, pero intentando tener la pelota. Pasaban pocas cosas, pero como un buen indicio de partidazo, Van Bronckhorst a los 18 sacó un remate de otro partido y la puso justo en el ángulo. Inesperado para propios y ajenos generando el alocado festejo de la princesa argentina/holandesa Máxima.

En la jugada más controvertida del primer árbitro, Cáceres le dio una chilena en la cara de Zeeuw provocando una posible fractura de mandíbula en el pelado. Tan sólo fue amarilla para el reingresado Cáceres, que tuvo la tarea de marcar a Robben. Cavani tardó en tirar un centro cuando entraba Forlán en una de las más claras, pero a los 41, le llegó la pelota al novio de Zaira Nara, que le pegó de zurda, y sacando provecho del leve desvío y la floja reacción de Stekelenburg.

El gol del empate le dio una fuerza extra que le dio a los de Tabárez para salir a atacar decididamente en el complemento. Sneijder participaba poco, Robben estaba asfixiado ante la marca de Cáceres y Kuyt y Van Persie continuaban con su insulsa de todo el torneo.

Hubo dos clarísimas para los sudamericanos: primero un error defensivo de Holanda, aprovechado por Cavani, quien jugó con Forlán y el ex Independiente desde lejos casi pone el 2-1, pero Van Bronckhorst salvó en la línea. Después el mismo jugador intentó de tiro libre, pero una brillante reacción del arquero, evitó la caída.

Y como le pasó a Argentina con Alemania, los grandes equipos no perdonan y así fue como a 25, le quedó una pelota a Sneijder, su remate se desvió en Arévalo Ríos, Van Persie en offside la dejó pasar por al lado y Muslera no llegó. Era posición adelantada del jugador del Arsenal, pero Irmatov, de buen arbitraje en líneas generales, lo omitió.

Tres minutos después y en una búsqueda desesperada, Kuyt le tiró un centro a la cabeza de Robben y el crack con el parietal derecho la puso al lado del palo. Partido casi liquidado y un escenario que le gustaba a los neerlandeses con espacios para sus veloces jugadores. Abreu y Papelito Fernández ingresaron por Álvaro Pereira y Forlán (sic).

Robben tuvo un mano a mano en el que la quiso picar y se lo perdió, después ninguno pasó sobresaltos, aunque sí se notaba que estaba dejando la última gota de sudor. En el minuto dos de adición, los charrúas jugaron muy bien una pelota parada y Maxi Pereira la puso de zurda entre miles de piernas al palo más lejano.

El descuento sirvió de poco porque quedaba poco y nada pero fue un minuto y medio de pura emoción. Un lateral largo de Cáceres, una peinada de Abreu, un rebote de Arévalo Ríos (¿fue mano?) y el pitazo final para que la Naranja vuelva a ser Mecánica.
TÁCTICA: Uruguay paró una línea de tres centrales, los carrileros Pereira (Maxi fue prácticamente cuatro), triple cinco en el medio y dos delanteros. Tal vez faltó astucia en los cambios, pero acertó al tomar a Robben, después con espacios fue imparable. Luchó todas y si se quedó afuera es porque desperdició esos 25 minutos de superioridad en los que no encontró el arco. Holanda tiene grandes individualidades y con que uno prenda la lámpara, basta. Primero lo hizo Gio con un golazo, después Sneijder con fortuna y lo sentenció con Robben con buena puntería. Kuyt y Van Persie continúan en otra sintonía, la defensa tiene dudas y el fútbol colectivo sigue en promesa.

EL DATO: Se dijo que era el Mundial de América, pero los finalistas y el campeón será europeo. Primera vez que un europeo sale campeón fuera de su continente. Holanda es el único equipo que perdió dos finales y nunca salió campeón, ¿romperá la racha?

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