Día 17

Argentina (post aparte en breve) tiene rival, porque a las once de la mañana, se enfrentaron Alemania e Inglaterra en lo que será un partido muy recordado. Algunos lo llamaron la venganza del 66, otros apenas hicieron hincapié en la diferencia futbolística de ambos equipos.

En un clásico con muchos antecedentes de partidazos, hoy no fue la excepción. Alemania, empezó prolijo e intentando jugar, mientras que Inglaterra también quería la posesión de la pelota pero no tenía tanta claridad.

Terry tapó un mano a mano a Podolski y luego Klose tuvo otra aunque sin llegar a rematar. En Inglaterra, Defoe se movía mucho aunque hacía poco y en el medio sólo Lampard era quien más intentaba.

De un saque de arco de Neuer, partió Klose habilitado porque era saque de arco, le puso el cuerpo a Upson que se dejó ganar, James no salió y definió desde muy cerca al lado del palo. Fue el primer gol del partido y el comienzo de un partido golpe por golpe.

Inglaterra se encontraba perdido y más aún cuando después de una jugada entre Ozil y Muller, llegó un pase hacia la izquierda para el ingreso solitario de Podolski. Tuvo tiempo para pararla y ponerla entre las piernas del arquero para el segundo gol ante una defensa muy mal parada.

A todo esto, iban 31 minutos. Inglaterra intentó una recuperación y aparecieron sus mejores exponentes: Lampard y Gerrard más cerca y tocando (el del Chelsea casi de mediapunta), algo de Rooney, y una chance que el mismo Frank perdió cara a cara ante Neuer. Pero el gol del descuento llegó de pelota parada: centro, mala salida del arquero y cabezazo de Upson, que venía jugando realmente muy mal.

Acto seguido, probó Lampard desde afuera y su remate dio en el travesaño luego picando adentro del arco. El árbitro Larrionda y el juez de línea nº 2 no lo notaron y omitieron el gol del empate. En 1996, la acción había sido similar en la final, pero le convalidaron el gol a los ingleses. Aún hoy no se sabe si entró o no.

Con ese gol que no fue, el panorama cambió totalmente e Inglaterra salió a buscar el partido ante una selección teutona que comenzó pasiva. Otra vez Lampard estrelló el travesaño con un gran tiro libre, pero a los 21, llegó una contra alemana liderada por Schweinsteinger y definida con un bombazo de Thomas Muller.

Dos minutos después, Gareth Barry (qué partido, mamita) se confió con un pelotazo defensivo y perdió en velocidad con Ozil, quien llegó hasta el fondo y asistió nuevamente al delantero del Bayern Munich que convirtió su tercer gol en el Mundial con un buen toque ante el arquero.

Inglaterra intentó con algunos remates desde afuera de Gerrard y con los ingresos de Heskey y Joe Cole, pero ya era tarde y el resultado no se movió. Alemania, ya pensando en cuartos guardó a Klose, Muller y a Ozil y esperó a que terminara su gran noche de venganza.

TÁCTICA: Alemania jugó cuando debía, se paró de contra en otro momento y guardó los jugadores en el final. Se dio un gran lujo y fiesta ante un rival muy especial. Inglaterra se vio superado en el comienzo, nunca encontró la pelota y le faltó juego asociado, ya que Lampard y Gerrard tuvieron acciones juntos en algunos minutos del primer tiempo, pero poco más.

EL DATO: Todos los jugadores ingleses y alemanes jugaban en sus respectivas ligas. Rooney, gran esperanza inglesa se convirtió en el primer delantero inglés en jugar seis partidos en un Mundial sin convertir goles (@2010MisterChip)

LA PERLITA: Esto tituló MARCA, el diario español. Una vergüenza.