Banfield se enfrentó contra el equipo ecuatoriano Deportivo Cuenca por el último partido por la fase de grupos de la Copa Libertadores 2010. No estaba clasificado y jugó con presión, no como le gusta al equipo de Falcioni. DC ya estaba eliminado, y jugaba por el honor.
Así se le complicó bastante, debido a que se apresuró demasiado en las escasas chances que tuvo, y no fue determinante, sino nervioso e infantil, previsible. El rival trató, sin muchas ganas pero con posibilidades.
En el entretiempo algo pasó, y el complemento fue encarado de otra manera por el equipo Argentino. El Taladro se pareció mucho más a aquel Banfield campeón que al del PT de este partido. Las posibilidades comenzaron a fluir y, en una de esas que tanto les gusta a los del sur, mediante JamesR tirando el centro desde la izquierda, y Ramírez cabeceando (esta vez fue al segundo palo, con un previo pique) llegó la primer diferencia en el marcador.
Ahora sí Banfield se relajó, y sin dejar de atacar para aumentar la diferencia, supo manejar el partido y administrar los tiempos. Otro centro llegó, esta vez de pelota parada, y el mismo que antes empalmó el cabezazo que le dio el 2-0 al conjunto local, con una ayuda del arquero rival.
El Taladro definitivamente dejó de buscar, creyendo el partido ganado; sin embargo, Méndez, luego de un par de pases, le pegó fuertísimo para que se cuele en un ángulo: un gol digno de ganar un partido.
A pesar de esto, después de un despeje, Ervitti- de gran partido, el conductor del equipo- la acarició para el 3-1. Por último, Fernández cayó en el área, el árbitro pitó, y Luchetti convirtió.
Curiosamente, el otro partido contra el equipo de Ecuador también terminó 4-1 a favor del argentino. Así Banfield se clasificó a la siguiente etapa de la Libertadores. Para Falcioni, lo mejor sería tener que viajar poco en octavos, pero no jugar contra un argentino así aumenta las chances de tres equipos autóctonos en cuartos.
En La Plata, Estudiantes disputó el último partido del grupo 3 contra Alianza Lima, prácticamente clasificado, ya que podía perder por un gol y no sufrir consecuencia alguna.
A pesar de esta situación, el equipo argentino plantó mayoría de titulares y nunca paró de ir a buscar el resultado. Igualmente, más allá de sus esfuerzos no hubo mucho mas. Los jugadores transpiraron pero no crearon, Verón trató, pero no condujo, Sabella gritó, pero no se hizo oír.
Enzo Pérez tuvo una bastante clara, pero más alla de eso, corrieron los minutos y el León se quedaba sin ideas.
En el minuto 4’ de adición del ST, al término del encuentro, al Pincha le llego un regalo de arriba, una mano infantil de un jugador del equipo peruano en el área; aunque también fue producto de la incesante presión que ejercía el local. Un penal, pateado por Verón, medio gol. No fue así. El arquero lo atajó muy bien y se veía la decepción, pero JSV se estiró y convirtió de zurda en el rebote. Estudiantes pasó a octavos con bastante más dificultades de las previstas.
Así se le complicó bastante, debido a que se apresuró demasiado en las escasas chances que tuvo, y no fue determinante, sino nervioso e infantil, previsible. El rival trató, sin muchas ganas pero con posibilidades.
En el entretiempo algo pasó, y el complemento fue encarado de otra manera por el equipo Argentino. El Taladro se pareció mucho más a aquel Banfield campeón que al del PT de este partido. Las posibilidades comenzaron a fluir y, en una de esas que tanto les gusta a los del sur, mediante JamesR tirando el centro desde la izquierda, y Ramírez cabeceando (esta vez fue al segundo palo, con un previo pique) llegó la primer diferencia en el marcador.
Ahora sí Banfield se relajó, y sin dejar de atacar para aumentar la diferencia, supo manejar el partido y administrar los tiempos. Otro centro llegó, esta vez de pelota parada, y el mismo que antes empalmó el cabezazo que le dio el 2-0 al conjunto local, con una ayuda del arquero rival.
El Taladro definitivamente dejó de buscar, creyendo el partido ganado; sin embargo, Méndez, luego de un par de pases, le pegó fuertísimo para que se cuele en un ángulo: un gol digno de ganar un partido.
A pesar de esto, después de un despeje, Ervitti- de gran partido, el conductor del equipo- la acarició para el 3-1. Por último, Fernández cayó en el área, el árbitro pitó, y Luchetti convirtió.
Curiosamente, el otro partido contra el equipo de Ecuador también terminó 4-1 a favor del argentino. Así Banfield se clasificó a la siguiente etapa de la Libertadores. Para Falcioni, lo mejor sería tener que viajar poco en octavos, pero no jugar contra un argentino así aumenta las chances de tres equipos autóctonos en cuartos.
En La Plata, Estudiantes disputó el último partido del grupo 3 contra Alianza Lima, prácticamente clasificado, ya que podía perder por un gol y no sufrir consecuencia alguna.
A pesar de esta situación, el equipo argentino plantó mayoría de titulares y nunca paró de ir a buscar el resultado. Igualmente, más allá de sus esfuerzos no hubo mucho mas. Los jugadores transpiraron pero no crearon, Verón trató, pero no condujo, Sabella gritó, pero no se hizo oír.
Enzo Pérez tuvo una bastante clara, pero más alla de eso, corrieron los minutos y el León se quedaba sin ideas.
En el minuto 4’ de adición del ST, al término del encuentro, al Pincha le llego un regalo de arriba, una mano infantil de un jugador del equipo peruano en el área; aunque también fue producto de la incesante presión que ejercía el local. Un penal, pateado por Verón, medio gol. No fue así. El arquero lo atajó muy bien y se veía la decepción, pero JSV se estiró y convirtió de zurda en el rebote. Estudiantes pasó a octavos con bastante más dificultades de las previstas.
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