Es la hora de cambiar

Cuesta controlar la cabeza e intentar hacer un análisis claro de la situación que vive la selección argentina. Fui de los que minimizaron la cuestión antes de jugar con Brasil y el tiempo me dio la razón. Antes se hablaba que estaba mal, aunque es falso porque alguien que está “tan mal” y a pesar de perder sus dos partidos sigue en repechaje, es decir, su situación no era tan grave.

Grave estamos ahora. Quedan dos partidos, seis puntos que se jugarán en octubre para definir el trabajo ¿trabajo? Que se viene haciendo desde 2007 para ir a Sudáfrica. Ganar los dos, significaría asegurarse lo mínimo, es decir, la repesca. Suena poco lógico que los ecuatorianos ganen sus dos partidos, es casi como pensar que Domínguez pueda parar a Cabañas.

Bueno, dejando estas cuestiones al margen, es interesante empezar por el blanco de los insultos; se trata de quien todos conocen, Diego Armando Maradona, seleccionador nacional. Hace un tiempo, su designación me pareció buena. Creí que con la materia prima que hay, apenas se necesita técnico que les llegue a los jugadores. Contra Brasil, me quedó claro que la motivación no es el único problema, así como el Diego no es el único responsable.
Por estas horas criticar las fallas de planificación sería un lugar común, aunque lamentablemente, es necesario. Cuando se habla de esto –por lo menos así lo pienso yo- se trata de no tener pensado nada. Por ejemplo, las marcas. Dos hombres van con lucio y nadie con Luisao. Ni siquiera los más conocedores del tema (léase Cappa, Simeone) logran comprender si se trató de marca personal o zonal. La realidad es que no hubo marca.

Error de planificación es jugar sin nueve de área durante cinco partidos y recién entenderlo en el segundo tiempo del sexto partido. Ojo, esto no lo decimos para subirnos al caballito de las críticas, de hecho lo anunciamos antes: “El error allí es de planificación. Aparentemente el Diego no estaba enterado de la forma de jugar del equipo de Lara, contragolpeando con muchos jugadores. El medio fue un lío.” Escribimos después de ganarle 1-0 a Colombia. Y sobre el final decía “Mi conclusión es que se puede jugar con tres abajo, pero con un medio firme y se puede jugar con los enanitos… más un nueve de área”.

Hay varios más, como el banco de suplentes, los reemplazos con poco resultado, o terminar con dos nueves de setenta años entre los dos, altísimos y más parecido a masoquismo que a una táctica premeditada.

Además del cuerpo técnico, hubo jugadores. Once personas que fueron superadas ampliamente por otros, teóricamente peores que ellos. Más allá de cualquier táctica, no se explica que Mascherano se equivoque en un pase de diez metros y sea gran responsable de la expulsión de Verón, o que Messi no se pudo sacar un jugador de encima en todo el partido, o que haya pateado más de un tiro libre sin pasar la barrera o directamente mandándola al alambrado. Y eso que hablamos de las dos figuras de este equipo.

Increíblemente, la posición de arquero, que sufrió tantas modificaciones, es la que tiene más certezas. Carrizo, Andujar, Romero los tres convocados aparentemente fijos. El ex River salió tras el 6-1 con Bolivia, el ex Pincha tras el 1-3 brasilero y el ex Racing es el del último partido, donde atajó muy bien. Es verdad, los dos que perdieron el puesto no tuvieron buenas tardes aquellas dos, pero a su vez, nadie duda de sus condiciones y que junto a Ustari si se pone a punto, podrían ser los arqueros del futuro (con o sin Mundial).
En la defensa, Zanetti pasó desapercibido las dos veces, DiegoDte ya le habría encontrado variante: Hugo Campagnaro para el partido contra Perú. Domínguez-Otamendi y Domínguez-Heinze no rindió. El central de Velez se equivocó en los goles de Brasil (uno y dos) y contra Paraguay mostró todas sus limitaciones a la hora de la velocidad y un centrdelantero que no lo dejó ni dormir. Otamendi estuvo mejor, quedó más expuesto en el tercer gol brasilero, pero tiene otro ritmo que su compañero velezano: él europeo, el otro local. A Heinze se lo critica mucho, aunque jugó de tres y bastante mal (¡Maradona dijo que no lo pondría allí!) pero se reivindicó en cierto modo ante Paraguay de segundo central.

El mediocampo fue el principal déficit de estos dos encuentros. Mascherano estuvo desconocido. Impreciso, lento, nervioso, flojo en la marca. Aquel tractorcito con el motor MJET estuvo muy lejos de las expectativas. Verón no fue un compañero ideal: ausente y errático primero. En el segundo partido, aportó despliegue aunque su expulsión infantil empaña todo lo anterior. Es un buen jugador, puede servirle a la Argentina aunque no hará tanta diferencia como en Estudiantes aunque se debe cuidar. Puede ser el Xavi de Messi o el Gerrard de Masche.

Maxi Rodríguez, aún sigue emocionado con su golazo a México. Demasiado intrascendente para un volante por derecha. Probablemente no esté vs. Perú. Dátolo aportó frescura, movilidad a un ataque estancado frente a Brasil. Marcó un golazo de otro partido, pero se animó seguido al arco. Contra Paraguay fue mal reemplazado por ¡Lavezzi!, puede ser una gran variante si Jonás va a jugar por derecha.
La delantera es incalificable. Agüero y Tevez no son nueves de área, aunque los quieran convencer a la fuerza. Palermo en el banco de suplentes y su ingreso como salvador, completaron una imagen patética, más aún, -pero más alegre - si Schiavi, delantero para la ocasión, llegaba a esa última bola.

Lo último, es hora que Maradona escuche a su alrededor. Es difícil agachar la cabeza y reconocer un error, aunque más difícil es hacerlo cuando no te apoyan ni las estadísticas ni la gente. Si el cambio no es ahora, ya será tarde para el año que viene.

“Diego al gobierno, Messi al poder” sonó alguna vez por los pasillos de AFA, que ahora se cambie por un “¡Diego a la motivación, alguien a la táctica!”