Es el deporte más popular del mundo, en todo rincón se puede hallar una pelota, esa querida imagen de la victoria y desolador fracaso a la vez. Las patadas, los uniformes, el marketing de hoy en día, la venta, transferencia o traspaso de los jugadores que ahora coleccionan camisetas de los clubes como souvenirs en vacaciones.
Un hombre que ha dedicado su vida entera al fútbol, tanto en la cancha como en la banca y, ahora también desde las tribunas de los diarios y libros (tiene en su haber el título La intimidad del fútbol), es el argentino Ángel Cappa, quien con el volumen ¿Y el fútbol dónde está? hace rodar el balón para que salgan debajo de él varios temas que a muchos disgustan y a otros causan escozor, tanto en el terreno de juego como en el contexto tan grande que rodea al deporte-negocio.
En primera instancia, el autor dedica la obra “a los que luchan contra la injusticia de la globalización para que todos entendamos que un mundo mejor es posible”. Ello ocurre inmediatamente después de un prólogo escrito por el ex técnico de la selección mexicana César Luis Menotti, donde afirma “Ángel Cappa sigue luchando por defender el juego, y desde la esperanza y conocimiento, con sensibilidad y coraje plantea ideas, denuncia las grandes mentiras”.
Cuáles son esas verdades, a quién o quiénes denuncia Cappa en sus páginas. No da nombres, no señala apellidos o ciudades, y no lo requiere, simplemente comenta su realidad, su experiencia. Allí observa cómo “la lógica empresarial ha convertido al entrenador en un empleado flexibilizado y a los jugadores en divos cada vez más alejados del juego y más próximos a las cuestiones comerciales”.
En el libro se ubican cuatro certeras entrevistas con Pep Guardiola, Fernando Redondo, Juan Manuel Lillo y César Luis Menotti, de éste último, rescatamos una respuesta tajante: “Ser jugador de fútbol significa ser un intérprete privilegiado del sentimiento y la ilusión de muchísima gente”.
Los capítulos, textos breves, algunos de ellos son epilogados (perdonando la expresión) con anécdotas o pensamientos que conjuga el autor de tal forma que aspectos de la vida común (miseria, hambre, guerras) que parecieran no tener relación con el fútbol, logren en el lector una pausa para darse cuenta de que si el balón es redondo como el mundo, en ambos la problemática puede crecer. De allí que termine la obra con una frase esperanzadoramente real y cruda: “El fútbol está en el fúbol, no en el entorno. Por eso no le queda otro futuro que volver a su pasado para seguir siendo lo que fue y lo que todavía es. A pesar de todo”.
En algunas líneas de Cappa se muestra la filosofía de lo humano, un conocedor de balompié que piensa el fútbol, oriundo de esos invisibles territorios donde “con la pelota en los pies ganaba, sobre todo, respeto, algo muy difícil de encontrar en la calle”. O en otro capítulo, en el que rescata palabras de Jean Cousteau, quien dijo: “El sistema de mercado como en el que vivimos hoy, es lo que más daño le hace al planeta, porque todo tiene un precio, pero nada un valor”. Sin embargo, al final sabemos, quienes gustamos de este deporte, en palabras de Ángel Cappa, en este libro inteligente y ameno, que “el fútbol es inexplicable cuando es gol”.
Un hombre que ha dedicado su vida entera al fútbol, tanto en la cancha como en la banca y, ahora también desde las tribunas de los diarios y libros (tiene en su haber el título La intimidad del fútbol), es el argentino Ángel Cappa, quien con el volumen ¿Y el fútbol dónde está? hace rodar el balón para que salgan debajo de él varios temas que a muchos disgustan y a otros causan escozor, tanto en el terreno de juego como en el contexto tan grande que rodea al deporte-negocio.
En primera instancia, el autor dedica la obra “a los que luchan contra la injusticia de la globalización para que todos entendamos que un mundo mejor es posible”. Ello ocurre inmediatamente después de un prólogo escrito por el ex técnico de la selección mexicana César Luis Menotti, donde afirma “Ángel Cappa sigue luchando por defender el juego, y desde la esperanza y conocimiento, con sensibilidad y coraje plantea ideas, denuncia las grandes mentiras”.
Cuáles son esas verdades, a quién o quiénes denuncia Cappa en sus páginas. No da nombres, no señala apellidos o ciudades, y no lo requiere, simplemente comenta su realidad, su experiencia. Allí observa cómo “la lógica empresarial ha convertido al entrenador en un empleado flexibilizado y a los jugadores en divos cada vez más alejados del juego y más próximos a las cuestiones comerciales”.
En el libro se ubican cuatro certeras entrevistas con Pep Guardiola, Fernando Redondo, Juan Manuel Lillo y César Luis Menotti, de éste último, rescatamos una respuesta tajante: “Ser jugador de fútbol significa ser un intérprete privilegiado del sentimiento y la ilusión de muchísima gente”.
Los capítulos, textos breves, algunos de ellos son epilogados (perdonando la expresión) con anécdotas o pensamientos que conjuga el autor de tal forma que aspectos de la vida común (miseria, hambre, guerras) que parecieran no tener relación con el fútbol, logren en el lector una pausa para darse cuenta de que si el balón es redondo como el mundo, en ambos la problemática puede crecer. De allí que termine la obra con una frase esperanzadoramente real y cruda: “El fútbol está en el fúbol, no en el entorno. Por eso no le queda otro futuro que volver a su pasado para seguir siendo lo que fue y lo que todavía es. A pesar de todo”.
En algunas líneas de Cappa se muestra la filosofía de lo humano, un conocedor de balompié que piensa el fútbol, oriundo de esos invisibles territorios donde “con la pelota en los pies ganaba, sobre todo, respeto, algo muy difícil de encontrar en la calle”. O en otro capítulo, en el que rescata palabras de Jean Cousteau, quien dijo: “El sistema de mercado como en el que vivimos hoy, es lo que más daño le hace al planeta, porque todo tiene un precio, pero nada un valor”. Sin embargo, al final sabemos, quienes gustamos de este deporte, en palabras de Ángel Cappa, en este libro inteligente y ameno, que “el fútbol es inexplicable cuando es gol”.
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