La caída de la bolsa, la no renovación de contrato, su suplencia, su bajo nivel. Iba todo junto en la vida de Carlos Tevez hasta que llegaron las buenas para el pibe de Fuerte Apache que la rompió en el Mundial de Clubes.
No marcó goles aunque estuvo muy cerca y de hecho estuvo más activo que nunca y fue titular por la lesión de Berbatov.
Esta vez, la edición 2008 del mejor del mundo salió bastante entrenido y divertido. El Manchester dio un espectáculo contra el Gamba Osaka y con un 5-3 divertió a los chinos que todavía rebobinan y repiten las fintas realizadas con los botines amarillas del siete de los rojos.
Por el otro lado, el Pachuca ganaba con goles del Chaco Gimenez y de Cristian Alvarez y se metían en las semifinales contra la LDU. No les costó demasiado vencer a los mexicanos: fue por 2-0 con un gol del argentino y ex Colón, Bieler y un golazo de Bolaños.
En la final otra vez se vieron el campeón de la CSF y el de la UEFA, y otra vez ganó el europeo. Los ecuatorianos se plantaron de igual a igual y hasta tuvieron chances de ganarlo, pero le faltó justeza en la definición y ahí el Manchester mostró ser un equipo más “fuerte”.
El primer tiempo fue manejado por los ingleses mayoritariamente, que casi marca con un cabezazo de Tevez y una jugada de Ronaldo. En el segundo tiempo, al comienzo se fue expulsado Vidic por un codazo desde el piso a Bieler.
Desde ahí, creció la Liga, avanzó en la cancha y creó situaciones de gol. Las dos más claras llegaron por medio del ganador del Balón de Bronce, Damián Manso que con dos zurdazos demostró que Pinocho no es de madera.
Con diez, con un rival que estaba en su mejor momento y a pesar de tantas adversidades, llegó un golazo llegando a los 30 que dará que hablar a lo largo de los años. No conté los pases, pero deben haber sido quince por lo menos hasta llegar a los pies de Wayne Rooney que desde la izquierda la puso a centímetros del palo, con lo que fue el gol del campeonato.
Después el Patón Bauza, siempre con esa cara simpática no mostró preocupación, más bien lo contrario. Una especie de felicidad por haber llegado hasta allí y por morir de pie. Se fue de la Liga con un gusto a triunfo a pesar de haber perdido, la página histórica no solo la escribió en la Libertadores, sino también poniendo de rodillas al actual campeón del mundo.
No marcó goles aunque estuvo muy cerca y de hecho estuvo más activo que nunca y fue titular por la lesión de Berbatov.
Esta vez, la edición 2008 del mejor del mundo salió bastante entrenido y divertido. El Manchester dio un espectáculo contra el Gamba Osaka y con un 5-3 divertió a los chinos que todavía rebobinan y repiten las fintas realizadas con los botines amarillas del siete de los rojos.
Por el otro lado, el Pachuca ganaba con goles del Chaco Gimenez y de Cristian Alvarez y se metían en las semifinales contra la LDU. No les costó demasiado vencer a los mexicanos: fue por 2-0 con un gol del argentino y ex Colón, Bieler y un golazo de Bolaños.
En la final otra vez se vieron el campeón de la CSF y el de la UEFA, y otra vez ganó el europeo. Los ecuatorianos se plantaron de igual a igual y hasta tuvieron chances de ganarlo, pero le faltó justeza en la definición y ahí el Manchester mostró ser un equipo más “fuerte”.
El primer tiempo fue manejado por los ingleses mayoritariamente, que casi marca con un cabezazo de Tevez y una jugada de Ronaldo. En el segundo tiempo, al comienzo se fue expulsado Vidic por un codazo desde el piso a Bieler.
Desde ahí, creció la Liga, avanzó en la cancha y creó situaciones de gol. Las dos más claras llegaron por medio del ganador del Balón de Bronce, Damián Manso que con dos zurdazos demostró que Pinocho no es de madera.
Con diez, con un rival que estaba en su mejor momento y a pesar de tantas adversidades, llegó un golazo llegando a los 30 que dará que hablar a lo largo de los años. No conté los pases, pero deben haber sido quince por lo menos hasta llegar a los pies de Wayne Rooney que desde la izquierda la puso a centímetros del palo, con lo que fue el gol del campeonato.
Después el Patón Bauza, siempre con esa cara simpática no mostró preocupación, más bien lo contrario. Una especie de felicidad por haber llegado hasta allí y por morir de pie. Se fue de la Liga con un gusto a triunfo a pesar de haber perdido, la página histórica no solo la escribió en la Libertadores, sino también poniendo de rodillas al actual campeón del mundo.
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