sábado, 22 de noviembre de 2008

Es la hora (bis), de ganar...

Ya comenzó una nueva fecha, aunque me quedó un tema en el tintero: los goles sobre la hora. Si hay un momento que debe aparecer para darle más emoción al torneo es en esta parte, y sin lugar a dudas que en las últimas dos fechas, aumentaron los goles en el final.

Colón en su cancha perdía dos a uno frente al puntero del momento, Tigre. En tiempo de adición Rubén Ramírez la pudo embocar. San Lorenzo de local, buscaba la punta, pero no podía por un empate vs. Gimnasia de Jujuy. A los 38, marcó Bergessio. Boca perdía la punta, a los cuarenta y cinco, Riquelme de tiro libre marcó el gol victorioso. A seis del final, Ré le empató a San Lorenzo en su cancha (3-3). A cinco del final, Rodrigo Palacio, en su regreso, descontó frente a Vélez a pesar de que no pudo hacer mucho.

De estos cinco casos, tan sólo uno fue de visitante y fue el gol de Riquelme vs. Arsenal. Ah, recordemos que tomamos únicamente los tres equipos que pelean la punta, y eso subraya, lo que decíamos del condimento especial. ¿Por qué justo estos tres equipos ganan/pierden/empatan sobre la hora? ¿Es la presión? ¿Mal estado físico?

Es difícil sacar conclusiones de algo tan concreto como esto. Por mi parte creo que ocurre por la insistencia de un equipo en ataque. No es común que un equipo sin atacar, marque sobre la hora, y además basta con ver los partidos completos y salvo los dos casos de Boca, que no se dieron por ataque continuos, sí fueron en los restantes partidos.

Que en una cancha tan difícil, Tigre pierda dos puntos no está tan mal. Si es sobre la hora y peleando la punta suena a derrota. El hecho de que peleen la punta y que marque sobre la hora hace que se exagere el resultado y deje un sabor mucho más amargo o dulce en comparación a que se de otra forma.

Nosotros planteamos los hechos y consecuencias. Las conclusiones, todas suyas.

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