viernes, 10 de octubre de 2008

Tomate el palo

Ya son cinco los entrenadores que dejaron su cargo en lo que va del Apertura. Úbeda en Huracán fue el pionero, los platenses lo siguieron y en la última disputada se sumaron el rojo y Central. Otra vez caemos en los que no cumplen los contratos, si está bien, mal. Acá analizaremos los diferentes casos.

En el Globo, Claudio Úbeda había asumido tras dejar de ser jugador profesional y se mandó la gran Cholo Simeone en Racing. Tuvo un primer campeonato muy bueno con Franzoia como bandera, pero cuando a la mayoría se les había cumplido el año de préstamo, se desarmó el equipo y no llegaron los refuerzos que pretendía el Sifón. Por ahora tiene un reemplazante interino (Martínez), pero asumirá Cappa en Noviembre.

A mí personalmente, la salida de Sensini vs. Estudiantes fue la que más me sorprendió. Si bien venía muy mal por torneo, seguía con vida en Copa y tenía un plantel como para levantar. Fue una fecha antes del clásico platense y después de un empate sobre la hora vs. tucumanos.

El tercero fue Sanguinetti que al igual que Troglio renunció después de un clásico. Nunca le encontró la mano al equipo en su primera experiencia como DT y se fue mal. Había amagado una fecha antes con renunciar, pero el plantel lo bancó. Madelón ya arregló y debutó vs. River con un empate; si no logra por lo menos treinta puntos, se complicará con el promedio…


La cuarta cabeza fue Borghi quien primero amagó, pero hubo una fecha más para el Bichi. Eliminación en la Copa, esperanzas prácticamente perdidas para Libertadores y ni hablar del Apertura, para un entrenador que más allá de sus expectativas e ideales de juego, se encontró con un equipo bastante malo al que no le encontró la vuelta. Pepé Santoro acordó su quinta vuelta.
El último que según lo que yo me imaginé, duró bastante fue Pablo Vitamina Sánchez. En su experiencia en Banfield fue muy irregular con más malas que buenas. Su paso por Rosario Central también fue con malos resultados y hasta insultado por lo que era una hinchada que lo querían por su glorioso paso en el Canaya. El hombre que estará en su lugar será Gustavo Alfaro, una vieja debilidad de la dirigencia.

Cinco tipos que dejaron sus cargos por diferentes motivos, cinco reemplazantes, cinco equipos que empiezan desde cero. Cinco de veinte, un cuarto, siempre lo mismo…

1 comentario:

Anónimo dijo...

En todos los países, pasa lo mismo. El entrenador siempre cae cuando las cosas van mal. buen blog.

un abrazo.

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