lunes, 15 de septiembre de 2008

Un LUNATIco

Boca Juniors e Independiente igualaron 1 a 1 en un partido en el que prevaleció el desorden y faltó alguien que aportara ideas claras para generar buen fútbol.

Boca estuvo más cerca de la victoria y tuvo mejores oportunidades, pero le faltó precisión en el último toque. A pesar de todo, la mayoría de las acciones en que estuvo cerca del gol fueron más por culpa de los errores del rival que del propio mérito.

Independiente terminó con nueve jugadores por expulsiones de Daniel Montenegro y el uruguayo Guillermo Rodríguez, y aunque nunca alcanzó un buen nivel en forma colectiva, también contó con algunas oportunidades gracias a las ventajas que dio Boca sobre todo en la defensa.

Boca manejó mejor la pelota durante los primeros 20 minutos, en el cual se jugó casi siempre en campo de Independiente, con buenas intervenciones del colombiano Vargas por derecha y Jesús Dátolo por izquierda.
En cambio, Juan Román Riquelme y Rodrigo Palacio no marcaban el desequilibrio que se espera de ellos, pero de todas maneras la superioridad del equipo de Carlos Ischia era clara y logró elaborar algunas jugadas claras de gol, por ejemplo: a los 6 minutos llegó un remate de Viatri que se fue desviado y a los 10 con un potente disparo de Vargas que controló bien Fabián Assmann. La jugada más clara comenzó con Palacio, de espalda, que tocó para Vargas y este la picó desviada ante la salida del arquero.

Independiente apareció en el partido recién en el minuto 23 en una jugada en la que quedaron mal parados los centrales de Boca Julio Cáceres y Gabriel Paletta. Leonel Núñez, solo, se metió en medio de los dos, pateó muy violentamente y la pelota, después de dar en el travesaño, picó aparentemente dentro del arco sin que el árbitro Pablo Lunati y su asistente pudieran advertirlo.
Desde ahí el juego se hizo más parejo y desordenado. Boca perdió precisión y el equipo visitante logró tener un poco más la pelota. A los 38 minutos Caranta salvó una gran jugada colectiva de Independiente que Darío Gandín desaprovechó, pero en los minutos finales fue Assmann el que tuvo que lucirse dos veces: a los 41 para tapar ante Vargas y de inmediato para desviar un remate de Dátolo.

A los 30 segundos del segundo tiempo Boca se puso en ventaja en una de las pocas intervenciones de Palacio, quien recibió por izquierda un balón perfectamente peinado por Viatri después de un pelotazo del paraguayo Morel Rodríguez, se sacó bien al uruguayo Rodríguez y definió fuerte al medio.

Poco duró la diferencia porque cuatro minutos más tarde Boca quedó mal parado una vez más en el fondo, Hernán Fredes tocó para Montenegro y el capitán ingresó por derecha muy libre para sacar un centro que cayó en la cabeza de Gandín, quien, también solo, no tuvo ningún problema para empatar el partido.

Después el juego se hizo vibrante, pero muy impreciso. Y por los errores que se cometieron por ambos lados el gol estuvo cerca en los dos arcos. Independiente tuvo una sola chance más en el minuto 18 cuando Caranta tapó un remate de Federico Higuain. Boca estuvo cerca con un cabezazo de Cáceres a los 12, un remate de Riquelme apenas desviado a los 16 y tuvo su mejor posibilidad a los 21 al cabecear Viatri, y una notable intervención de Assmann evitó el segundo Xeneize.

A los 29 minutos ocurrió una jugada insóita con muchas críticas para el réferi. Luego de una pelota dividida en la mitad de la cancha Paletta salio muy fuerte a despejar la pelota y Montenegro fue al piso llegando a destiempo y pegando una terrible patada que estaba al borde de la roja.

Pero esto no termina acá, sino que los dos jugadores salen para ser atendidos y Lunati hace un gesto como para que se juegue el lateral y ambos jugadores, que ya habían sido asistidos fuera del campo, interpretaron como que los autorizaba a entrar. Allí Montenegro amonesta a Montenegro por el foul a Paletta y luego es llamado por el juez de linea y este le avisa que ambos jugadores habían entrado al campo de juego sin la autorización y decide amonestar al defensor de Boca y volver a sacar la amarilla para el “Rolfi” que se convierte en roja.
En el tramo final el desarrollo del partido se hizo caótico, con Boca yendo hacia adelante con más ganas que inteligencia.

El segundo gol pudo haber llegado en el minuto 41, pero el “Pochi” Chávez, en el medio del área, remató increiblemente alto. Esa acción terminó en la expulsión de Guillermo Rodríguez por insulto al juez asistente Romero que nadie entendía por que hasta que una cámara de fútbol de primera mostró claramente a Rodríguez haciendo gestos como que el partido estaba arreglado.
La última jugada del partido llego tras un corner que Boca jugó corto, Riquelme remató al arco y Bataglia, en offside, la desvió para que Chavez la empuje. Estaba todo anulado y el clásico muy caliente finalizó 1 a 1.

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