En la ida, el rojo había ganado por 2-1 sobre la hora y por eso el local en la vuelta debía demostrar y ganar por 1-0 o diferencia de dos para clasificar directo.
Salió a la cancha como el partido requería, presionando y con mucha voluntad e impulso. Avisó en una de las primeras cuando Boselli quedó sólo frente a Assman dentro del área y el rubio evitó el primer gol. El Rey de Copas estaba perdido, presentaba un novedoso mediocampo con Matheu por derecha, Pusineri de único cinco y Ledesma por izquierda que no daba pie con bola.
Montenegro y Nuñez estaban muy aislados, sin recibir bien la pelota, mientras que Higuaín se acercaba más. Por el otro lado, no jugaba la Gata ni Benítez, era el regreso de Verón tras la lesión. Juan Sebastián impuso su juego, se paró en el medio y comenzó a ordenar como siempre hace o intenta hacer.
Enzo Perez estaba jugando por izquierda y estuvo en un permanente duelo de improvisados con Matheu. Generalmente fue el mendocino quien ganó.
El Rolfi Montenegro tuvo un remate desde lejos, bien desviado por Andújar y después un cabezazo alto. Fue lo que generó en el primer tiempo Independiente. Era más Estudiantes sin dudas, tuvo cuatro muy claras de la cual solo una entró.
Primero, un pase largo que Assman llegó a pellizcar como último hombre frente a Boselli. Después, llegó una patriada de Angeleri, un pase al medio con Verón, la Brujita la empaló por encima de los defensores y lo dejó sólo nuevamente a Mambrú. Él no fue egoísta y dio un pase al medio para Fernández quien esperaba parado sólo mirando al arquero. Era el 1-0, sin dudas merecido.
Como si eso fuera poco, realizaron dos jugadas más: una un pase largo de Moreno y Fabianesi de muy buen partido, para el autor del gol, quien se abrió a la derecha y casi de espaldas definió cruzado. Pasó muy cerca. Casi tanto como una jugada creada a los 45 del PT. Un buen desborde por derecha, le facilitó la llegada a Pérez por la otra punta y tras el desconcierto de Matheu, definió alto mientras caía al piso.
Así se acabó, el tiempo del local. Para los segundos cuarenta y cinco, Borghi se armó mejor con tres abajo entre ellos Matheu, liberó a Mareque, paró el doble cinco, ingresó Gandín, salió Moreira y quedó prácticamente con tres delanteros.
Le dio resultado, porque rápidamente llegó el gol del empate. Fue un centro largo, bajado por Gandín, que se lo sirvió casi sin querer a Nuñez y el Gordo, que estaba de espaldas dejó sin chances a Andújar.
Empate, hasta el momento clasificación, serenidad y buen juego. El rojo estaba en su salsa y el León… estaba dormido. Ingresaron Calderón y Salgueiro en la búsqueda de alternativas, mientras Independiente hacía de las suyas, pero no lo podía liquidar. Nuevamente dos remates de Montenegro exigieron a Andújar, uno con rebote y otro al córner. Ingresó Centurión y tiempo después Callelo por Nuñez, empezaban a cuidar a los jugadores para el domingo.
Una corrida por la izquierda del zurdo ex Stuttgart, derivó en un centro a Ledesma. Éste llegó sólo, se apuró a definir, la tiró a las nubes y ahí, el león dormido, rugió. Sintió que no podían dejar perdar esta oportunidad, entre tanto intento de matar a la fiera, el rojo la despertó, y llegó el final tan increíble.
Una contra bien cortada con infracción por Matheu, dio comienzo al sueño o pesadilla según por dónde se lo mire. El centro bien ejecutado por Iván el español, dio en la cabeza del uruguayo Salgueiro quien sólo por el segundo palo cabeceó a una punta y puso el 2-1 que llevó a los penales.
En los doce pasos comenzó a patear Estudiantes y convirtió los cinco penales: Verón, Salgueiro, Calderón, Moreno y Boselli convirtieron, en el rojo metieron Montenegro, Centurión y Pusineri mientras que Mareque de muy buen partido estrelló su remate en el palo.
Así, terminó la primera serie que indicó la primera clasificación y eliminación de un argentino. Inmerecido, en líneas generales contando los 180 minutos, Independiente fue superior a Estudiantes y sobre todo por el partido de ida donde se vio un solo equipo. Dos candidatos, uno héroe, otro villano, a doce pasos de diferencia.
Hoy por la noche San Lorenzo-Argentinos, Arsenal venció 4-0 vs. Motagua en la ida y definirá la semana que viene de visitante. Boca y River entraron ridículamente como invitados y una ronda más adelante.
Mención especial para Juan Pablo Pompei árbitro del partido quien en la última jugada vio, pero no quiso cobrar por temor un penal clarísimo a Pusineri.
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