domingo, 18 de mayo de 2008

Clásicos de la fecha 15

No podemos pasar por alto los clásicos de esta fecha que jugaron partidazos, hubo expulsados, polémicas, goles sobre la hora y demás.


La Plata embrujada. Estudiantes y Gimnasia se enfrentaron en una nueva edición del clásico platense. Cada uno con sus necesidades jugaban por mucho, el pincha era puntero. El comienzo fue parejo y pocos se animaron a romper el hielo. A los 22 un centro desde la izquierda (un poco más delante de la mitad de cancha) ejecutado por el Chino Benítez, encontró la cabeza del héroe: Ezequiel Maggiolo. El fútbol es muy cambiante y por eso en la última jugada del primer tiempo que dominó el Pincha, Cuevas recibió sólo en el área, enganchó y cuando remató y su disparo ingresaba, Angeleri se interpuso con su mano. Penal y expulsión fue la sanción. Federico Domínguez le pegó muy cruzado al palo de Andujar quien adivinó el palo, pero de todas maneras se fue ancha (foto).


El segundo tiempo el lobo salió como un león (justamente) a matar: Piergüidi por Alderete y un planteo más ofensivo, Sensini reordenó quitando a Moreno y dándole lugar a Basanta.


A pesar de dominar la pelota en territorio del vencedor, no tenían trascendencia sus ataques: el ingresado y Alonso no pinchaban ni cortaban, Piatti era controlado por Benítez y salvo algún remate lejano, poca cosa ofrecían. Pero las emociones de golpe tocaron la puerta: a los 20 tras un centro perfecto de Cuevas, el defensor Domínguez se tomó revancha y salió a gritarlo como loco tras cabecear sin marca. La cosa no iba quedar ahí porque Braña recibió la segunda amarilla y fue expulsado correctamente por Bassi a los 22 del ST.


Con corazón de león (no de melón), nuevamente los rojos y blancos salieron a buscar algo más que un punto a pesar de los dos jugadores menos. 24 ST: Así llegó la cosa: Benítez con un centro frontal, un leve desvío en el lechuga y floja respuesta de Kletnicki (infló la red).


Sensini colocó un defensor más y esperó ataques de un pobrísimo Gimnasia que no llegaron. Neira a los 33 y Salvatierra fueron la muestra del desconsuelo ya que ambos habían ingresado poco tiempo antes y expulsado antes de tener 10 minutos en cancha. Con Verón acalambrado pero dejando todo, Benítez colaborando en defensa, el arquero que sólo recibió 4/11 goles en penales y un delantero que llegó a los 99 goles en Argentina, el pincha se adueñó de La Plata y el primer clásico de esta memorable fecha.


Un Escudero más eficaz. En simultáneo jugaban Argentinos y Vélez que estuvieron lejos del clásico platense, pero con el color de afuera y la efectividad del local, intentaron algo. El primer tiempo brindó algunas pocas situaciones con Hauche, Silva, Escudero de Vélez pero lejos de los arqueros.


Recién en el segundo tiempo, tras un centro, Escudero -defensor de Argentinos- cabeceó y puso el 1-0 que no pudo evitar Montoya.


Ni el ingreso de Balvorín ni de Ríos pudieron acercar un poco más y tanto se demoró el conjunto de Tocalli que recibió un segundo golazo de Álvaro Pereira tras amagar varios y definir de punta y de zurda en el primer palo del 1.


El clásico barrial fue para el Argentinos y abrieron la cuenta por parte de Escudero, que si antes del partido te decían uno de los dos sin dudas todos optaban por el de Vélez, pero el fútbol es cambiante.


Quedate hasta el final. Boca y Racing jugaban por un partido importante que además de ser un clásico ambos tenían la necesidad de imponerse. La Academia empezó más convencido y logró un gol de ventaja por medio de Navia que por primera vez marcó un gol jugando para Racing. Una viveza de Chatruc para Moralez derivó en un centro que mostró inseguridad por el portero de Boca (Migliore) y puso el 1-0.


Algo parecido le pasó al rojo en su visita, se empezó a quedar en su campo sin generar mucho juego y a puro pulmón y al grito de “Vamos, vamos los pibes” comenzaron a entonarse un poco más. Roncaglia y la seguridad que no tiene Argentina, Ibáñez y el pique que no tiene el Riachuelo, Nayar en el medio con más robos que Menem, Boselli con menos participación que Peirano en su período y un Mouche más perdido que Cristina con los números.


Chávez ingresó en el segundo tiempo y fue protagonista: a los 8 después de haber entrado, recibió una pelota empalada, ante la salida del arquero Gullota, la paró con la mano claramente, se la tocó a Paletta quien definió y puso el 1-1. Protestas sobraron y tenían razón: la mano y la intención estuvieron.


Noir por Mouche y Viatri por Neri fueron los otros cambios: en Racing hubo exceso de pibes y eso se notó: Zuculini, Mercado, Moralez y Yacob hicieron agua en la cancha, Schaffer sangre: con el 1-1 recibió una dura patada de Noir, se calentó y aplicó un duro cabezazo: se fue expulsado.


El pibe rubio teñido Noir era la gran sensación: primero estrelló un remate en palo y luego cruzó un zurdazo a los 50 y cerró el partido. Algunos ya se habían retirado y se lo perdieron, pero fue increíble lo de ese pibe que promete y mucho. Hábil, buena definición, vivo en el área. Pero debe ir por pasos: el miércoles… reserva contra Racing y después mirar por tele Boca vs. Atlas…


Amargo. ¿Huracán? ¿San Lorenzo? No, el empate. La pelota se negó y no quiso entrar, Goltz, Franzoia, Nieto, Adrián González desperdiciaron sus chances. Poco más brindó, un clásico opaco, con la mente de los azulgranas en Ecuador y de los de Úbeda en las Copas. D´Alessandro y Barrientos se pelearon en el final y salieron expulsados.


Lo dijo Ahumada… Le faltó el remate, las ganas para ganarlo a River y si no lo perdió fue porque su rival no goza de hábiles delanteros.


Independiente recibió a su equipo y entrenador entre aplausos, con un estadio que explotaba de gente. Comenzó parejo, entre los dos regalándose pelota pero con pocas llegadas claras. La inseguridad de Assman le abría una puerta al millonario, esa que le cerraban los defensores de River a Independiente. Primero lo tuvo tras un corner donde la pelota rebotó en todos, Pusineri tiró un taco y la salvó en la línea Carrizo. Después, con un desborde de Machín, llegó un centro que no llegó Montengro y en segunda instancia Fredes. Poco proponía River que tenía un medio bien parado pero Buonanotte, Falcao y Abreu no pasaban la barrera de los defensores centrales y figura: Matheu y Rodríguez.


Un cambio de improvisto hubo en el partido: en los 11 del rojo no salió a la cancha Montenegro quien salió por lesión (yo, personalmente no le creo y me parece de amargo no querer enfrentar a su ex club) y fue reemplazado por Sosa que juega cada vez peor.


Ortega por Augusto propuso Simeone. Un equipo más ofensivo y un partido que sólo dejaba evidencias del cansancio. De área a área era el trámite que se ponía entretenidísimo. Sosa desaprovechó una clarísima ante Carrizo, Ortega amagó varios y no logró tirar un centro. Inexplicable lo inexplicable, por eso no contamos lo que desaprovechó Sosa. Sólo con verlo. Quedaron varias certezas en el rojo: Sosa no puede volver a jugar nunca más, Borghi está loco (estoy de acuerdo en su locura) y sacó a Ledesma para poner a Vitti y ser más ofensivos en un momento clave.


Así terminó el partido: Simeone expulsado por protestar y la gente cantando “Cornudo, cornudo” con el típico gesto de levantar los dedos índices y meñique y luego al ritmo de “Olé, olé, olé, olá, lo dijo Ahumada que tiene razón mirá a las gallinas que amargas que son”.

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