Una relación estropeada

San Lorenzo está tomando nivel futbolístico y peleando en los dos frentes, como pedían para el año del centenario santo. Sin embargo, no todo es color de rosa para los cuervos porque el fatal Ramón Díaz que habla todos los días con declaraciones picantes, pudrió a Tinelli, hincha e inversor del azulgrana. El lunes tras la derrota contra Argentinos en La Paternal, Marcelo dio su opinión sobre el director técnico que el habría llevado. Con razón expresó sus molestias por hablar siempre de River y las ganas de dirigirlo, por ponerlo a Emiliano su hijo que no está apto para jugar en primera y los recaudos que tomó frente al bicho.

Claro, todo estaba con fundamentos y sus apreciaciones las compartía mucha gente, porque a pesar de haber salido campeón en San Lorenzo, Ramón habla siempre de las ganas de dirigir River, su relación con Aguilar y esas cosas para meter pimienta. Si son tantas las ganas, que vaya a River, pero como ahora es de San Lorenzo, River a Simeone y Aguilar y a todos les está yendo bien, ¿Por qué sigue cansando con su futuro? Que se dedique a dirigir y se ponga las pilas porque esta semana deberá enfrentar justamente a… River.

Sobre el segundo tema, se puede opinar a favor o en contra. Sacándole el apellido Díaz y título de hijo del pelado, el volante Emiliano, ¿tiene condiciones como para competir el puesto con Bilos, Rivero, Torres, Hirsig? Yo creo que no y que el entrenador está abusando de la situación colocándolo en su equipo. También hay que ser objetivos y reconocer que sea el hijo del coach es algo que a muchos les molesta porque creen que juega porque su papá lo convoca, porque sino insultarían a Alvarado tanto o más que a Emiliano.

Es totalmente debatible, pero Tinelli retrocedió con sus declaraciones se disculpó y realizó un borrón y cuenta nueva. A esta altura se esperaba una reacción de Savino para poner paños fríos, apoyar al plantel, entrenador o conductor. Pero dejó pasar la situación como si fuera una más y sin tomar las precauciones necesarias porque sin quererlo se armó un debate entre dos sectores que ocurre justo antes de los octavos frente a River y por el Clausura ante Boca.

Los resultados determinarán la cosa porque ocurrirá como siempre pasa: si se gana se olvidan todos y si pierden va a tener la razón Marcelo. Volviendo a lo anterior sorprende la actitud de Savino y nos quedamos con esa falta de autoridad para arreglar internas de su club y no impedir la ruptura de una relación que venía siendo muy buena.