Hacía tiempo que el fútbol argentino no venía siendo noticia, pero ahora lo ha logrado. Primero por la violencia, pero ahora por la cantidad de goles que se ven en las últimas semanas. Si bien para eso también colaboraron equipos extranjeros, se produjeron tantos goles como no vemos hace tiempo. Fue Arsenal el primero en imponer la moda pero con la excepción de que recibió en gran cantidad, no fue así los que convirtió: un 6-0 y un 6-1 le sacaron las chances de algo al conjunto de Alfaro. Fluminense y la LDU de Quito los abusadores. También Boca en el Estadio Alberto Armando le hizo cuatro a Colo pero recibió tres, un resultado no muy común. Estudiantes y Lanús igualaron por 3-3 en lo que fue un épico partido en el cual se vio de todo: goles, penales, lesionados, rojas y una situación final para el infarto. Esa misma noche, River visitó México DF y recibió 4 goles, pero convirtió 3. Un resultado que ya parecía común.
En este fin de semana de fútbol en el cual se disputó una nueva fecha, también hubo goles que se hicieron esperar hasta el domingo: Gimnasia vencía 2-1 a Olimpo, se lo empataron a los 45 del segundo tiempo y en 5 minutos convirtió dos goles que le dieron la victoria y un partido sumamente entretenido. Pero como esto es una caja de sorpresas, en el último partido de la fecha, Tigre y San Lorenzo jugaron un gran partido. El PT finalizó 3-1 a favor de los santos con un expulsado del matador de Victoria y en el ST de contra le hizo dos pepas más.
Ahora, es tiempo de debate y reflexión, muchos se preguntan por lo ocurrido, pero aunque no haya una respuesta 100% verídica, trataremos de estar lo más cerca posible. A la legua se puede notar que hay errores defensivos (con ayuda de los arqueros), el Lobo y el Bahiense y el Millonario y las Águilas, dieron la muestra más clara, donde convirtieron goles muy seguidos y algunos difícil de entender. Por ejemplo, Abreu convirtió uno con la espalda, le rebotó un centro y como el arquero había ido a buscar un centro a otra parte, fue gol. Los errores también pueden venir de afuera como el gol en offside de Archubi y el gol de Estudiantes-Lanús.
Sobre los análisis de los partidos también se nota que en todos hubo expulsados salvo en River-América. Por eso se puede deducir que antes más espacios, más goles y quizá uno sea consecuencia de otro. En los goles hubo de todo: Arsenal recibió gran cantidad de afuera (Boca también), pero Alonso hizo dos de cabeza y también en el partido de México varios fueron de cabeza.
Si es por buscarle una táctica, difícil será de encontrar cual es la que marca más goles, pero sin dudas que antes menos defensores y más atacantes, habrá goleadas y eso se nota, por ejemplo en que en el Lanús-Estudiantes, el Pincha defendía con tres y entre ellos uno era volante. Los marcadores de goles, fueron Palacio, Quiñonez, Leguizamón, Sand, Dodô, Washington, Alonso, Ulloa, Cabañas, Acosta, Menseguez, Abreu y Falcao en nombre de los delanteros pero los volantes no se quedaron atrás: Moreno y Fabianesi, Torres, Bilos, Manso, Gracián, Iñigo, Archubi, Barrado, Salvatierra y alguno más que me habré olvidado.
Pero, ¿a qué llegamos? A que no hay táctica ganadora, que los goles es por mayores espacios, que volvieron los delanteros que son infalibles, que fallan mucho los defensores y arqueros y que hubo de toda variedad. Por eso es tan lindo el fútbol, porque hay de todo, todos le ganan a todos y quizá estemos más cerca de la época de auge del fútbol argentino en el cual cada ataque era gol y los buenos jugadores estaban acá, sin pensar en ventas millonarias. Si hablamos de goles es imposible no nombrar a Martín Palermo que se acerca al récord de Varallo y esta vez la víctima fue Banfield.
martes, 8 de abril de 2008
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