jueves, 17 de diciembre de 2009

Mundial de Francia 1938

Equipos: 15
Cuándo: 4/6/1938 hasta 19/6/1938
Final: 19 junio 1938
Partidos: 18
Goles: 84 (promedio de 4.7 x partido)
Asistencia: 376000 (prom. 20888)
Ganador: Italia
Segundo: Hungría
Tercero: Brasil
Cuarto: Suecia
Bota de Oro: LEONIDAS (BRA)
Total de espectadores: 483.000
Ingresos: 6000.000 francos franceses

Contexto: Max Theiler descubría la vacuna contra la fiebre amarilla, nacía la fotografía en colores, Walt Disney estrenaba Blancanieves, Einstein filmaba Alejandro Nevski. El nailon, recién inventado por un profesor de Harvard, empezaba a convertirse en paracaídas y medias de mujer. Se suicidaban los poetas argentinos Alfonsina Storni y Leopoldo Lugones. Lázaro Cárdenas nacionalizaba el petróleo en México y enfrentaba el bloqueo y otras furias de las potencias occidentales. Orson Welles inventaba una invasión de los marcianos a Estadios Unidos y la transmitía por radio para asustar incautos, mientras la Standard Oil exigía que Estados Unidos invadiera México de verdad, para castigar el sacrilegio de Cárdenas y prevenir el mal ejemplo. En Italia se redactaba el Manifiesto sobre la raza, empezaban los atentados antisemitas, Alemania ocupaba Austria, Hitler se dedicaba a cazar judíos y devorar territorios. El gobierno inglés enseñaba a los ciudadanos a defenderse de los gases asfixiantes y mandaba acopiar alimentos. Franco acorralaba los últimos bastiones de la república española y el Vaticano reconocía su gobierno. César Vallejo moría en París, quizá con aguacero, mientras Sartre publicaba La náusea. Y ahí, en París, donde Picassoexhibía su Guernica denunciando el tiempo de la infamia, se inauguraba el tercer Campeonato Mundial de Fútbol bajo la sombra acechante de la guerra que se venía.

Vestimenta: Se impone la “moda” de camisetas con escote V. Algunos arqueros utilizan gorra y los más innovadores, rodilleras.

El flamante campeón: Vittorio Pozzo es hasta el momento el único que salió campeón dos veces (Italia 34 y Francia 38) como entrenador titular de una selección. Fue campeón olímpico en Berlín 1936. Dejó la selección en 1948 y se dedicó al periodismo. Murió en 1968.

Sedes: París, Marsella, Burdeos, Estrasburgo, Le Havre, Tolouse, Reims, Lille, Antibes.


Estadio Colombes: Con capacidad para 65.000 personas e inaugurado en 1922, fue sede de la Villa Olímpica en 1924. Se filmó parte de la película “Escape a la victoria” y hoy se llama Yves du Manoir, donde Racing de París hace de local.

El Equipo Ideal: Planicka (Checoslovaquia); Da Guía (Brasil), Rava (Italia); Serantoni (Italia), Andreolo (Italia), Locatelli (Italia); Meazza (Italia), Sarosi I (Hungría); Biavati (Italia), Leónidas (Brasil), Titkos (Hungría).

La figura: Leónidas da Silva era también llamado “El diamante negro”. Jugó en Bonsucesso, Peñarol, Vasco da Gama, Botafogo, Flamengo y San Pablo. Era centrodelantero y tenía un gran cabezazo, por su juego y especial carisma se lo considera el antecesor de Pelé. “Tenía el tamaño, la velocidad y la malicia de un mosquito. Su nombre era marca de cigarrillos, chocolates. Recibía cartas todos los días, más que un artista de cine. Sus goles eran tan lindos que los arqueros rivales se levantaban a felicitarlo” señala admirado Galeano en uno de sus libros.

Números: 92 dólares de ese entonces costaba por ese entonces en Buenos Aires un Pontiac sedán en oferta. 8-0 fue la máxima goleada del Mundial; fue de Suecia a Cuba. 17 de los 84. Se disputaron 18 partidos. 3 goles le hizo Checoslovaquia a Holanda, antes había empatado 0-0. 4 goles hizo el polaco Wilimowski en su único partido mundialista, su país perdió 6-5. 1 sólo partido jugó las Indias Orientales Holandesas en la historia de los mundiales, único país en tener esa marca; ahora es Indonesia. 72.218 espectadores fueron a ver el debut de Leónidas.

Curiosidades: Meazza tomó impulso para patear el penal frente a Brasil y en el preciso momento en que iba a asestar el golpe, se le cayó el pantalón. El público quedó estupefacto y el árbitro casi se tragó el silbato. Pero Giuseppe sin detenerse atrapó el pantalón a los manotazos y venció al arquero desarmado de la risa. Cuba fue el primer país que sin ser de Sudamérica o Europa llegó a una fase final.


El fútbol argentino comenzaba a transitar sus tiempo de mayor esplendor. En 1937, Sastre y de la Mata, Moreno, Masantonio y García habían llevado a la selección a ganar el Campeonato Sudamericano. De todos modos, el Mundial no lo disputó, creía tener antecedentes para ser organizador del torneo y al no conseguirlo, propuso participar sin jugar las eliminatorias. La organización no aceptó y la Argentina desertó. Los hinchas fastidiados, intentaron copar el edificio de la AFA, pero la policía lo impidió.

Se jugó un Mundial con mucho clima político aunque también con la necesidad de no dejar dudas del Mundial anterior del cual había muchísimas sospechas por parte de Mussolini. Austria que se había clasificado, se anexó a Alemania (por eso finalmente fueron quince equipos) y Sindelar se había suicidado. Italia en primera ronda venció a Noruega en tiempo suplementario. Los alemanes se enfrentaron en un partido muy duro ante Suiza y el público francés no se olvidó de lo que pasaba en el mundo. Los jugadores había hecho el saludo nazi y de las gradas se escuchaba la Marsellesa. Cuentan que hubo silbidos durante todo el partido. Los germanos, nerviosos, ganaban dos a cero y lo perdieron cuatro a dos.

Brasil bajo la lluvia le ganó 6-5 a Polonia en la prórroga con un gol de Leónidas sin botín. En la segunda ronda, los brasileros se enfrentaron con Checoslovaquia en la “Batalla de Burdeos” en la que hubo una piña de Zezé a Nejedly que le valió la expulsión, Riha y Machado se trompearon y Planicka, el arquero checo salió de la cancha con la clavícula rota. Con el empate, fueron a desempate y triunfó el equipo sudamericano. Francia el local se quedó afuera tras perder con Italia. Para la semifinal Italia-Brasil, los últimos campeones pusieron todo, mientras que su rival guardó algunos jugadores para la final (entre ellos a Leónidas) y fue ahí cuando los dirigidos por Pozzo ganaron 2-1 y obtuvieron el pasaje a la final. Enfrente estaba Hungría, que a diferencia de estos tiempos, era conocida por su lindo fútbol; junto a Checoslovaquia y Austria conformaban la Escuela de Danubio.
Ya con el primer tiempo terminado, el país de Mussolini ganaba 3-1 para disgusto del público. Un gol de los húngaros sólo asustó porque los tanos volvieron a gritar para levantar la Jules Rimet por segunda vez consecutiva. Los hinchas franceses a pesar de los problemas de los países, ovacionar tímidamente al campeón. Tiempo después, el arquero húngaro, Szabo, dijo “salvé la vida de once seres humanos. Me contaron antes de empezar el partido que habían recibido un telegrama de Mussolini que decía: `Ganar o morir ´”. Principales fuentes: El Libro de Oro del Mundial, Clarín; Argentina en los Mundiales, Sergio Ferraro, Sudamericana; El Fútbol a Sol y Sombra, Eduardo Galeano, Catálogos; FIFA.com. Imagenes: FIFA

1 comentario:

lapache dijo...

Si fuera de "Independiente de París" le cantaría todos los clásicos la del cagazo que tengo de que la cancha se venga abajo...

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